CAMBIOS SALUDABLES QUE DEBE INTRODUCIR EN SU VIDA AHORA PARA PALIAR LOS SINTOMAS DEL TRASTORNO BIPOLAR (parte 6)

LA NUTRICIÓN Y LA PÉRDIDA DE PESO

Las personas con trastorno bipolar tienden a ganar o perder peso de forma bastante rápida. Normalmente ganan peso cuando están deprimidos y lo pierden durante la fase maníaca. Tanto la depresión como el aumento de peso tienden a agravarse con la edad, a menos que se haga algo para frenar esta tendencia. Durante los episodios maníacos, algunos enfermos están encantados con la falta de apetito y su facilidad para perder peso, pero inducir la manía con el propósito de controlar el peso puede ser una decisión mortal.

Algunas veces los individuos con trastorno bipolar desarrollan hábitos alimentarios que interfieren con la pérdida de peso. Los hábitos más extendidos que he observado en el trastorno bipolar son la ingesta de alimentos a altas horas de la noche y, muy particularmente, la ingesta de cereales para el desayuno a medianoche. Conozco varias personas que se muestran tan inflexibles con su tazón de cereales de medianoche que nunca conseguirán perder peso.

• ¿Cómo afecta la dieta al trastorno bipolar?

Todavía no está muy clara la manera en que la dieta y los alimentos afectan el trastorno bipolar. Todo indica que saltarse las comidas y pasar hambre provoca un gran desgaste a nuestro cuerpo, lo cual seguramente no será bueno para el trastorno bipolar. 

El trastorno bipolar también envía señales distorsionadas a nuestro cuerpo que podrían provocar ansiedad respecto a algunos alimentos. Además, determinados alimentos pueden tener efectos sobre sus sentimientos. A modo de ejemplo: sé de mucha gente con trastorno bipolar cuyo estado de ánimo puede variar radicalmente- a mejor- después de haber comido chocolate, carbohidratos, o incluso tras haber ingerido una opípara comida.

No existe una dieta especial o un esquema nutricional específico que sirva para tratar efectivamente el trastorno bipolar. Sin embargo, mi impresión es que una dieta rica en proteínas y baja en almidón no empeorará el trastorno bipolar y podría ser útil para paliar sus síntomas. Personalmente, recomiendo las proteínas de alta calidad tales como la carne de vaca y cordero, así como las fuentes de proteínas bajas en grasa como el pavo, pollo, el pescado, el requesón desnatado, el yogurt y algunos quesos bajos en grasas (ricotta, fresco y mexicano). Los huevos son ricos en proteínas de fácil asimilación.

Así y todo, la recomendación más importante es que desarrolle hábitos alimentarios saludables y observe una dieta nutritiva y equilibrada. Si tiene problemas para consolidar hábitos alimentarios saludables, hable con su médico para que le recomiende un nutricionista calificado.

• ¿Por qué ansío comer chocolate? ¿Tiene eso algo que ver con el trastorno bipolar?

El chocolate contiene compuestos como la teobromina, la cafeína y la trigonelina, que estimulan artificialmente nuestro cuerpo como resultado del incremento del nivel de adrenalina. Otro componente del chocolate llamado feniletilamina, es similar en el plano estructural a ciertas drogas adictivas como las anfetaminas.

• ¿El azúcar agrava el trastorno bipolar?

Mis pacientes me han comentado que sienten hiperactividad o manía después de comer “azúcar”, pero nunca me he topado con alguien que se haya “colocado” con azúcar de mesa, ingiriendo desmesuradamente este alimento a cucharadas. Dicho esto, sospecho que otra cosa provoca la hiperactividad que algunas personas sienten después de las comidas. Además del azúcar, la mayoría de las golosinas contienen estimulantes en forma de chocolate. Las barritas sanas y energéticas son muy similares: contienen mucho algodón agregado en forma de cereales. Los donuts, las tartas y los pasteles son alimentos muy ricos en almidón y grasas, además del azúcar que contienen. Si estos alimentos le hacen sentir hiperactivo, entonces evítelos en la medida de lo posible.

• ¿Por qué tengo pocas esperanzas de perder peso?

Es un rasgo muy común del trastorno bipolar que el paciente se sienta especialmente preocupado por su aspecto físico. Muchas personas con trastorno bipolar insisten en que no podrán salir de su casa hasta que pierdan algunos kilos o dejen de ser consideradas personas gordas. La carga añadida que supone este afán por perder peso inhibe a los enfermos de trastorno bipolar, hasta el punto de que optan por evitar las situaciones sociales y los encuentros con otras personas, no desean entablar amistad con nadie ni buscar un trabajo mejor. Disfrutará más y su vida mejorará si desde ya empieza a salir de su casa, antes de que consiga perder un solo kilo.

• ¿Seguir una dieta estricta afectará a mi trastorno bipolar? ¿Qué opinión le merecen las dietas Atkins y South Beach?

Mis pacientes con trastorno bipolar pierden peso gracias a dietas ricas en proteínas. Hasta la fecha, no me consta que estas dietas desestabilicen el trastorno bipolar. Si usted padece el trastorno bipolar, antes de iniciar una dieta siempre debería comentar con su médico sus inquietudes sobre la salud, al objeto de asegurarse de que la dieta elegida sea adecuada para usted.

• ¿Qué más puedo hacer para controlar mi peso?

Indague en las asociaciones de ámbito nacional relacionadas con el trastorno bipolar, en los sitios web personales y profesionales, y frecuente los foros on-line. Comparta sus inquietudes relativas al peso y la dieta con otras personas con trastorno bipolar. De este modo averiguará qué es lo que verdaderamente funciona y lo que no.

• ¿Qué me dice de las píldoras para adelgazar? He oído que si las tomo, podré comer todo lo que quiera y todavía perder eso.

Lo lamento no hay métodos mágicos para perder peso. La noción de comer todo lo que quiera y aún así perder peso no pasa de ser una fantasía inventada por píldoras dietéticas falsas. Y lo mismo puede decirse de aquellos anuncios que aseguran que usted perderá peso sin necesidad de hacer ejercicio físico. De hecho, las píldoras dietéticas estimulantes tales como la fentermina (Adipex e Ionamim), la benzfetaminas (Didrex) y la metanfetamina (Desoxyn), así como las hierbas estimulantes, pueden agravar los síntomas de la depresión y desencadenar la manía o la psicosis en las personas que padecen trastorno bipolar. 

A mucha gente le gusta la energía que proporcionan estas píldoras dietéticas, pero los estimulantes que contienen estas pastillas también pueden provocar insomnio y suponer un grave desgaste para el corazón. Por tanto, es de capital importancia que se mantenga alejado de estas píldoras. Para incrementar su energía y perder peso la opción más sana y efectiva es seguir una dieta equilibrada y hacer ejercicio físico con asiduidad.

• Mi médico dice que mi sobrepeso está poniendo en riesgo mi salud. ¿Hay alguna medicación segura que pueda tomar para recuperarme?

Hay un fármaco nuevo llamado orlistato (Xenical) que se despacha con prescripción médica. Sirve para reducir la cantidad de grasa que el cuerpo absorbe a través de la comida y está indicado para quienes padecen un sobrepeso severo. Entre mis pacientes, aquellos que han tomado este medicamento han conseguido perder peso, aunque de una manera muy lenta, paulatina. Por otra parte, los pacientes que han participado en ensayos clínicos seguían perdiendo peso seis meses después del inicio del tratamiento con orlistato, y no lo han recuperado. Esto es una ventaja considerable porque generalmente se cree que si alguien consigue adelgazar y mantener su peso durante seis meses, las probabilidades de recuperarlo son mucho menores. Asimismo, los pacientes que toman orlistato han logrado iniciar programas combinados de dieta y ejercicio físico que hasta entonces estaban fuera de su alcance.

Algunas personas que siguen un tratamiento con orlistato tendrán gases, retortijones de vientre y/o diarrea, y ya no podrán tomar la medicina. Así pues, le recomiendo que consulte a un médico que esté familiarizado con el uso del orlistato y sus efectos secundarios.

Fuente:

Manual del Trastorno Bipolar

Preguntas prácticas de la vida real con respuestas actualizadas.

Capítulo 2, páginas 76-79

Alternativas ROBINBOOK, Barcelona.

Edición 2007.

ISBN: 978-84-7927-905-9