La sibutramina burla controles de las autoridades venezolanas. El consumo del fármaco afecta el sistema nervioso y el corazón. El producto desapareció luego de la prohibición en 2010, sin embargo, ahora las venden como pastillas chinas. Está demostrado que la sibutramina genera adicción y causa dependencia. La pastilla causa trastornos emocionales porque es ansiolítico.