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lunes, 1 de agosto de 2016

Salud Mental en Venezuela, De una aparente tranquilidad.... a una Real de violencia




En el estudio “Un encuentro transdisciplinario acerca del Sujeto Organizacional Venezolano y la Salud Mental" realizado por los Dres. Andrés Mujica / Miguel Mujica se hace una breve genealogía de la conformación del sujeto venezolano, sea sujeto individual   social, con sus peculiares características que a la larga generan una sociedad convulsionada, evidenciada en el alto índice de víctimas de violencia, que se proyecta incluso a las organizaciones, bajo la figura de conflictos organizacionales e incluso laborales, creando una sensación de inseguridad y zozobra entre los integrantes de las organizaciones e instituciones.


Ahora bien esa conflictividad continua presente en todos los espacios de la Sociedad Venezolana, llámense empresas, organizaciones, instituciones, hogar, comunidad, administración pública, gremios, asociaciones, entre otros, no es más que la concreción de una realidad que nos negamos aceptar, echando culpa a terceros (siempre en cualquiera de estos espacios es costumbre atribuir los problemas a la gestión del gobierno anterior).

¿Es esta la raíz de nuestros elevados índices de violencia? ¿No será un problema de salud mental pública?
Tal como se ha podido apreciar en la aproximación a este análisis discursivo acerca del sujeto social e individual venezolano, podemos ver que estas características siempre han estado presentes.


Al respecto, en su momento, Francés (1999:225), había planteado que: “la inestabilidad de numerosos hogares venezolanos, el abandono frecuente de los hijos y las precarias condiciones económicas de muchos núcleos familiares forman el caldo de cultivo de numerosos desórdenes afectivos y trastornos de conducta, esto aparentemente no tendría mayor importancia, salvo el carácter relacional que caracteriza al venezolano, lo que complica la situación.

Ese carácter de conflictividad y violencia, es llevado a la organización o institución y viceversa de esta al hogar, y está presente en la calle.

Por otra parte más recientemente, se ha hecho evidente el alto nivel de violencia generalizada, entre la población, expresión de toda esa situación en crecimiento.

Al respecto, Machado (2012) expresa: “...la carencia de formación de la ciudadanía para la solución pacífica de conflictos hace que se recurra a la violencia y, si se tiene un arma a mano, cualquier reyerta de vecinos puede terminar en homicidio...”. Que hace juego, con el capital social generado de esa sociedad basada en una serie de conflictos no resueltos.

Es una situación, que se vino acumulando pero de manera desapercibida, bajo la falsa percepción de que el pueblo venezolano siempre fue extremadamente pacífico en el pasado, obviando su historial guerrerista.

Basta revisar las costumbres y usos de la población, independientemente de su estrato social, donde siempre está presente, explícita o implícita, la violencia incluso en la música, lenguaje, discurso oral y gestual.

Fernández (2012) expuso que:
...que sólo 15% de los homicidios ocurren por robo, 85% restantes se producen por conflictos interpersonales y ajustes de cuenta...La otra figura de mucho peso es la violencia interpersonal, el marido que mató a la esposa, conflictos entre vecinos, en el tránsito... al hacer un mapeo de las noticias (de prensa) de esa crónica social de los pobres, se encuentra que muchos de los hechos que aparecen allí están conectados con problemas de convivencia: un reclamo produjo una discusión y alguien sacó un arma...
(CIUDAD CCS. Martes, http://www.aporrea.org/actualidad/ n209512.html: martes, 10/07/2012 11:01 a.m.)

Esto magnifica esta realidad de violencia, que pareciera escapársele de las manos al Estado, pudiera también verse como un problema de salud mental pública, pues ya hay estudios previos al respecto que coinciden en un diagnóstico de patología de La Función Ejecutiva de las habilidades cognitivas de los individuos (Síndrome disejecutivo).

La Función Ejecutiva (Mujica, A. Ob. Cit), se refiere a la capacidad de dirigir, orientar, guiar, coordinar, ordenar la acción conjunta en las habilidades cognitivas que un individuo pueda tener. El Síndrome Disejecutivo, lo podemos definir como la alteración de la memoria operativa, razonamiento lógico, comprensión y solución problemas, planificación, emisión de conceptos, atención, identificación de potenciales respuestas y calibrar resultados, comprensión de estados mentales de otros individuos, anosognosia de problemas, escasas habilidades sociales, alteración en asociaciones estímulo-recompensa, no inhibición de respuestas hiperaprendidas, incapacidad para utilizar experiencia para guiar conductas, incapacidad para evaluar consecuencias, incapacidad para análisis riesgo-beneficio, insensibilidad al castigo, hipersensibilidad a recompensa inmediata, poca atención a normas morales y ausencia de autocrítica.

En el caso de esta problemática venezolana (Najul, R.; Witzke, M.E., ibidem), citados por Mujica, A. (2010), la consideran una disfuncionalidad ejecutiva colectiva, reflejo de la individual, tal como se expresa a continuación:
"Ésta es una problemática que requiere ser abordada e intervenida no a través de las individualidades, más bien, es necesario acometerla a través de acciones que involucren muchos individuos al mismo tiempo tanto para evaluación y diagnóstico, como para la intervención: tratamiento, estimulación y entrenamiento de conglomerados de individuos. Ello sugiere plantear la posibilidad de crear centros de evaluación y diagnósticos y el desarrollo de programas de intervención a nivel de las comunidades, dentro de un marco de políticas de salud para el rescate y potenciación de las funciones ejecutivas y por supuesto un vector profiláctico y preventivo de los factores predisponentes de alteraciones o desórdenes neurológicos en la población, N-utrición, educación y desarrollo, factores de riesgo pre, peri y postnatales, por ejemplo"

A ello es que se refieren otros autores entre ellos Tirapu (1999; 2009), cuando expresan su inquietud y preocupación acerca del pronóstico acerca de las diversas alteraciones neuropsicológicas, entre ellas el Síndrome Disejecutivo por las secuelas que trasciende al afectado mismo, y pasa a ser otro problema para la familia, la Comunidad y la Sociedad. En el caso venezolano, trasciende desde el hogar, la empresa, el barrio, la urbanización, hasta el arte y el deporte.

Para los efectos de la investigación es bien oportuno, plantear como es el caso, de una investigación realizada en Venezuela por Najul, R.; Witzke, M.E. (2007), quienes hacen referencia en la misma, a los hechos en ocasión de un desastre natural, con miles de fallecidos y desaparecidos que ocurrió en el mes de Diciembre del año 1999, en el Estado Vargas, que generó un obligado desplazamiento masivo de su población hacia otras regiones del país, y su respectiva concentración en refugios públicos improvisados por el Gobierno nacional, donde se llevaron a cabo varias investigaciones acerca de la situación de estas personas, conviviendo contra su voluntad y obligados por las circunstancias con otras de heterogénea cultura, nivel educativo, hábitos, donde se evidenciaron una serie de incidentes (delitos, agresiones, entre otros) que permiten establecer una sintomatología generalizada de alteraciones neuropsicológicas, con el agravante de la colectivización de la misma en la población venezolana, tal como lo expresan los mencionados autores:
"Se puede resumir el perfil psicológico resultante de la población estudiada en términos de una ineficiente capacidad para desarrollar una gestión comunitaria auto sostenible y se suma el hecho de ser un conjunto humano que tiene mucha necesidad de ayuda que lo hace poco autónomo, que desconoce y no utiliza sus propios recursos y medios personales (conocimientos, experiencias, habilidades, etc.), que busca constantemente ayuda, que está centrado en sus necesidades y la satisfacción de las mismas desde fuentes externas, todo lo cual está influenciado por una baja autoestima, poca capacidad para percibirse y valorarse, asumir retos y ejercer un rol social."

En virtud de lo dicho y en el marco del tema desarrollado se puede decir que una proporción muy importante de ésta comunidad presenta un déficit de sus Funciones Ejecutivas y aunque el estudio no hace referencia a éstas, es decir no hace un diagnóstico neuropsicológico, sí adelantó un pronóstico en cuanto las dificultades de los miembros de esta comunidad para insertarse en los proyectos de desarrollo y mantenerse y prosperar dentro de sus propios linderos, como comunidad conviviendo e interactuando armónicamente y de modo socialmente aceptable.

Mientras el grueso de esta comunidad permaneció en aquel asentamiento, la corporación de desarrollo (CVG) que asumió el proceso de adaptación de la misma, verificó comportamientos inapropiados, tales como: hurtos, violaciones, ingesta de alcohol y drogas, desacatos a las normas e indisposición para armonizar y conformarse en grupos organizados de vecinos, daños o poca disposición para la conservación del ambiente y las instalaciones. También observó que muchos de ellos regresaron a su sitio de origen y quienes se quedaron viviendo en la comunidad mostraron mejores comportamientos; otros, se mudaron a las ciudades más cercanas y se insertaron en la vida productiva, (p. 69-70)

Ya con anterioridad otros autores, se habían pronunciado en clara referencia a este problema, pero este estudio específico lo puntualizó como tal, en lo crudo de su realidad, y que permite establecer una serie de indicadores que hacen temer una colectivización de las altera dones en estudio, que hasta la fecha se han expresado en una creciente violencia en todos los ámbitos del país: personal. Familiar, organizacional, entre otros.

Tal como se pudo evidenciar en los párrafos precedentes, los problemas conductuales en la Sociedad venezolana son un hecho recurrente tal como se pudo evidenciar en la investigación citada de Najul, R.; Witzke, M.E. (ibidem), donde se describe la existencia de esa conflictividad en un colectivo, y muestra como a su vez esto afectó la armonía entre la comunidad y la sociedad donde se desarrolló la problemática.

CONCLUSIONES
En razón de lo desarrollado en el contenido de la investigación, los autores de la misma se permiten hacer las siguientes acotaciones finales, tomando en consideración el contexto venezolano donde residen:
1.            El sujeto social venezolano ha sido condicionado a una serie de factores existentes en el país: familia, cultura, económicos, políticos, idiosincrasia, educativos, entre otros.
2.            Los niveles delictivos y violencia cotidiana, no son nada nuevo. En Venezuela siempre han estado presentes, la diferencia es que actualmente las tecnologías de información y comunicación permiten obtener en tiempo real y desde y para cualquier lugar los hechos que se dan a lugar en la Sociedad, entre ellos los hechos de violencias y delitos derivados.
3.            En relación a las políticas públicas de salud mental, es importante que la Sociedad Civil, las comunidades, el sector empresarial y empleador a través de sus organismos representativos y participativos, tengan participación activa en el diseño y gestión de las mismas, considerando las diversas directrices emanadas de la OMS, al respecto.
4.            Se deben formar profesionales médicos, psicólogos y otros profesionales del área de salud, en el campo de la neurociencia, específicamente en el campo de la neuropsicología, para asumir el reto de paliar las alteraciones neuropsicológicas, entre ellas el Síndrome Disejecutivo, que en coordinación con los actores sociales pueden atenuar sus efectos entre ellos la agresividad, conflictividad y violencia, presentes en la Sociedad venezolana, sea en los hogares, las organizaciones, las comunidades o en la calle..
5.            Es importante, a la hora de la implementación de programas de prevención y rehabilitación de salud mental, establecer estrategias educativas tanto para la familia, como para la comunidad y el medio laboral.
6.            Es menester que en los Planes de Salud Nacionales, Regionales y Locales, se incluyan las actividades correspondientes a la prevención y rehabilitación de las alteraciones neuropsicológicas, en aras de mejorar esas condiciones innatas del venezolano
7.            Es esencial prestar atención a los niños en edad preescolar y escolar, para el diagnóstico, pronóstico, preventivos y reducir los efectos a largo plazo de las alteraciones neuropsicológicas.

Fuente:
Estudio de investigación "Un encuentro transdisciplinario acerca del Sujeto Organizacional Venezolano y la Salud Mental" Dres. Andrés Mujica / Miguel Mujica, Valencia - Estado Carabobo.