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sábado, 5 de enero de 2013

Amor desbaratado, parte 2

Segunda parte
En la primera parte, vimos como las relaciones de pareja necesitan ser cultivadas y atendidas para poder florecer.

Existe una serie de elementos que pueden estropear cualquier relación de pareja, mencionamos a la ira, la crítica, el desprecio, cerrarse y estar a la defensiva como conductas capaces de desbaratar el amor que sentimos. Hoy vamos a revisar otras actitudes igualmente nocivas, y el modo de evitarlas.





Desconfianza: Confiar es indispensable para entregarse, la persona digna de estar a nuestro lado debe merecer esa confianza, si siente que no puede confiar en su pareja, tal vez se encuentre con la persona equivocada o el equivocado es usted. Desconfiar sin bases ni evidencias es un proceder incorrecto. Sospechar, vigilar y revisar las cosas personales del cónyuge no es sano. Si usted es una persona muy desconfiada, busque el modo de superar ese defecto, si su pareja le ha traicionado y no merece esa confianza, sepárese. No se debería vivir al lado de un ser desleal.

Mentira: La verdad debe prevalecer en la relación, bajo ninguna circunstancias es lícita la mentira, sea honesto con usted mismo y con su pareja, diga lo que piensa, lo que hace y lo que siente con total honestidad, su pareja tiene que tener la capacidad de aceptarle tal y como es usted. No existen motivos válidos para disfrazar las cosas. La verdad es un valor conectado con la lealtad, la fidelidad y la confianza. No existen mentiras blancas, la mentira siempre es mentira, si usted se encuentra en una relación llena de mentiras haga el trabajo de ponerse de acuerdo con su pareja y aclarar las cosas, acéptense con sus errores y diferencias y vivan una relación de calidad.

Mala comunicación: Una buena comunicación empieza por decir las cosas de un modo claro, oportuno y resumido, expresar efectivamente lo que se quiere decir de un modo amable y sincero, sin gritos ni descortesías, sin extenderse demasiado en los temas, sin dar detalles innecesarios y sin faltar el respeto. Una buena comunicación no consiste en decirlo todo e inundar la conversación de detalles innecesarios. Las conversaciones deben tener una utilidad, y no hablar por hablar. Buena comunicación también son las caricias que se dan y se reciben en silencio.

Lucha por poder: Ocurre cuando ambos miembros de la pareja presionan para obtener el control de la relación, cada debate degenera en un altercado en los que ambos aplican la fuerza para obtener el triunfo en un juego enfermizo “por ver quién es más bravo”. Si en su relación de pareja existe esta situación, ambos deben entender lo siguiente: en la pareja ambos participan a mitades en todo, ninguno de los dos está por encima del otro ni vale más que el otro. Ambos coexisten en igualdad de derechos, las relaciones de dominio-sumisión están pasadas de moda.

Intromisión: Cada pareja debe tener su espacio físico y emocional, y aunque se viva en pareja cada persona tiene su propio espacio e individualidad, puede decirse que hay dos tipos de intromisión: la primera ocurre cuando la persona no respeta ni valora el espacio individual de la pareja, y la otra cuando los familiares invaden el espacio personal de los dos, transformándose en intrusos de su privacidad. Respete el espacio de su pareja, enséñele a respetar el suyo, mantengan alejados a todos los familiares de la relación, nadie tiene porqué saber sus intimidades. Establezca límites, y si usted es madre o padre de hijos casados, no se entrometa en su relación, ayude si es que se lo piden, del resto ni opine.

Flojera: Para que una relación perdure en amor y paz es necesario estar constantemente “echándole llave”, los ajustes son algo cotidiano, corregir es de todos los días, mantenerse encaminados requiere persistencia y constancia. Los detalles, las atenciones y el cariño son el combustible que mantiene la relación funcionando, no descuide su pareja porque el amor se seca. Otro modo de flojera es el trato rústico, dejar de cuidarse estéticamente, ponerse muy cómodo y dejar de encender la pasión. Todo el mundo quiere tener al lado a una persona de buena presencia, bella, limpia, perfumada, vestida pulcramente, peinada y acicalada, dispuesta al romance y activa en la pasión. Cero descuido, flojera y monotonía.

Pudiéramos hablar de tantas otras cosas, pero estos son los principales vicios y malas conductas que desbaratan hasta el más bello de los amores: la ira, la crítica, el desprecio, cerrarse, estar a la defensiva, la desconfianza, la mentira, la mala comunicación, las luchas por poder, la intromisión y la flojera. Haga una revisión junto a su ser amado y en caso de que note alguno de estos elementos corríjalo inmediatamente, si tratan de solucionar y no lo logran, entonces busquen a alguien que los ayude, un sacerdote, un pastor, un psicólogo, un psiquiatra o un terapeuta de pareja. No siempre la pareja puede sola. No espere a que se dañe la relación, hay daños que después de hechos no se pueden reparar.

Fuente:
Dra. Mariana Tescari