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jueves, 14 de febrero de 2013

Trastorno Antisocial de la Personalidad 2-2


Relaciones peligrosas

En un artículo anterior publicamos la primera parte acerca del trastorno antisocial de la personalidad. Este trastorno consiste en un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que se violan los derechos de otras personas y normas sociales, deshonestidad, incapacidad por sentir empatía y ausencia de remordimientos o sentimientos de culpa por su conducta.

Cuando se habla de trastorno antisocial de la personalidad tendemos a imaginar el prototipo de delincuente “malandro” y esto no es correcto, no toda persona con trastorno antisocial de la personalidad está involucrada directamente con hechos delictivos, y no todo delincuente es una persona con este trastorno psicológico. De hecho, muchas personas con trastorno antisocial pueden manifestar cierto grado de refinamiento y sofisticación en su conducta, pueden mostrarse amables y venderse como personas honestas, importantes, encantadoras y atractivas. Pero la verdad es que buscan sacar provecho para sí mismos.


Es importante saber que este trastorno se inicia en la infancia, si estas conductas no son atendidas crecen de modo irreversible. Los trastornos de personalidad se presentan en una gama de intensidad variable, que va de la expresión moderada de ciertas características del trastorno hasta grados severos de psicopatología.

En el extremo más leve podemos encontrar personas que viven una vida relativamente normal, en la que se evidencia su tendencia a aprovecharse de los demás, pero que no llegan a grados severos de impulsividad, trasgresión y ventajismo. Son capaces de engañar, involucrarse en deudas pequeñas que nunca van a pagar, hurtar cosas de sus familiares como prendas o dinero y sin son descubiertos responsabilizan a otros por sus acciones.

En el otro extremo encontramos a individuos profundamente antisociales, capaces de cometer cualquier clase de delito y violación de normas y son capaces de llevarse por delante a quién sea para alcanzar lo que se les antoja. Pertenecen a este grupo los estafadores y toda clase de depredadores sociales.

El trastorno antisocial de la personalidad, conocido también como trastorno asocial, disocial o sociopático, tiene un pronóstico sombrío debido a que estas personas no aceptan correcciones de ningún tipo y son incapaces de aprender del castigo o escarmiento. Con frecuencia se ven involucrados en consumo de drogas, pueden caer en prisión o fallecer a manos de los enemigos que suelen labrarse en los bajos fondos de la sociedad.

Es fácil reconocer a las personas severamente trastornadas. El peligro está en involucrarse con personas que tienen grados menores de personalidad sociopática y que no dudarán de aprovecharse de usted.

Como protegerse de personas con un trastorno antisocial de la personalidad:

1.Sea consciente de su vulnerabilidad. No se crea un superhéroe, no crea que usted se las sabe todas. (Las víctimas de fraude o estafa tienen en común la creencia de que nadie podía engañarlas)
2. Manténgase alerta: no confíe en alguien que no conoce, todo desconocido es culpable hasta que no demuestre su inocencia
3. Investigue: pregúntele a los demás por los antecedentes de conducta de esta persona, nadie deshonesto deja tras de sí gente satisfecha
4. Preste atención a sus sentimientos: si algo dentro de usted “no le cuadra” o le da “mala espina” simplemente aléjese de esa persona hasta que tenga más información sobre ella
5. Evalúe: si esa persona tiene historia de comportamiento deshonesto, violento, conflictivo o aprovechador, retírese
6. Dé prioridad a su seguridad personal: una vez más, no se crea un superhéroe, aléjese de las situaciones que lo expongan a riesgos
7. Busque ayuda: si ya se involucró, se asoció o se casó con una persona con este trastorno de personalidad busque ayuda social, legal, institucional, familiar y psicológica

Las personas con este trastorno son depredadores peligrosos y empedernidos que no cambian. Sea cuidadoso de a quién entrega su confianza y su corazón.


Fuente:
Dra. Mariana Tescari, Médico Psiquiatra