Recientemente, mi marido se lastimó seriamente su mano derecha, lo que requirió cirugía de emergencia y estancia en el hospital. Este evento fue estresante en muchos aspectos: emocional, mental, física y financiero. Tuve que buscar amigos que cuidaran a nuestros hijos, organizar visitas de control con los médicos, y aprender a cómo cuidar de mi marido, quien enfrentaría por una temporada dificultades para cuidar de sí mismo. Fue abrumador, por decir lo mínimo.
Enfrentarme con el trauma del evento en sí mismo fue algo muy fuerte. Había visto la mano mutilada de mi marido, su agonía, lo cual fue muy preocupante. Al darme cuenta de lo grave del daño, tuve que pasarme a la modalidad de crisis. Eso agotó una gran parte de mi energía extra por lo que terminé llorando incontrolablemente varias veces en ese día tan duro.
Con mi reciente diagnóstico de bipolar tipo I, sé que tengo que evitar el estrés lo máximo posible. ¿Pero qué pasa cuando el estrés viene a mí? ¿Qué pasa cuando ocurre lo impensable? ¿Cómo uno con, trastorno bipolar, enfrenta esos acontecimientos?
Por seguro que no soy experta en esta área, pero he encontrado algunas cosas que realmente me ayudaron a estabilizarme cuando sentí como la pesada cadena de responsabilidades repentinas caía sobre mí. Espero que para ustedes, también sean útiles:
1. Establecer límites saludables. Empecé por diferir todos los proyectos sin importancia que no estuvieran relacionados con el accidente de mi esposo, asegurándome de escribirlos en una nota para atenderlos, en una fecha posterior.
2. Reordenar las prioridades. Esto implicó separar lo necesario de lo innecesario. Empecé desde la fuente del trauma físico de mi esposo y fui avanzando hasta saber quiénes eran las personas más importantes que necesitaban de mi atención prioritaria.
3. Tomar tiempo personal. Es importante para mí continuar escuchando lo que mi cuerpo necesita con el fin de mantener el equilibrio. Tenía que hacer todo lo posible para no ignorar constantemente mis propias necesidades por aquellas de otras personas.
4. Permanecer organizada. Si usted necesita administrar una agenda inesperada, tendrá que ser lo más organizada posible. Esto es muy difícil de lograr cuando estás en medio de una crisis, por lo que a mí me gusta usar métodos fáciles de mantener un calendario, como el uso de un libro agenda o una aplicación (APP) de calendario en mi teléfono móvil.
5. Obtener el descanso necesario. No puedo enfatizar lo importante que es esto. El sueño es de suma importancia para estar en la mejor condición para enfrentar apropiadamente las situaciones difíciles, y por seguro que cada día va a traer algo diferente. Había planificado para el caos, y me ceñí a mi horario de sueño, lo mejor que pude, y esto marcó una gran diferencia.
6. Pedir ayuda. Hacer esto mejoró mi situación. Tuve que llamar a mis amigos cercanos y miembros de la familia para que me ayudaran a manejar las nuevas responsabilidades inesperadas. Fue un gran alivio.
7. Hablar con un terapeuta. Mi terapeuta me ayudó a permanecer en la senda recordándome que tenía que darme espacio durante esta situación inesperada. También fue muy bueno tener a alguien ajeno a la misma para hablar sobre mis problemas con dicho accidente.
Puede ser difícil mantener el equilibrio, y el estrés adicional puede causar todo tipo de problemas a tu mente y a tu cuerpo, llevarte a tener poco juicio, hasta la depresión y la irritabilidad.
¡Pero no se preocupe, usted va a superarlo! Con una planificación bien pensada, es posible sobrevivir a eventos traumáticos sin perder toda su capacidad de enfrentarlos.
Autor: Melanie McKinnon, Bphope
Traducción libre del inglés al español, colaboración de Lic. J. Godoy
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