Los trastornos del estado de ánimo, como la depresión y el trastorno bipolar (también conocido como trastorno maniaco depresivo), afectan a millones de personas. Sus familiares y amigos también se ven afectados. Si algún ser querido tiene un trastorno del estado de ánimo, usted tal vez se sienta impotente, abrumado, confundido y desesperanzado, o tal vez se sienta herido, enojado, frustrado y resentido. Es posible que también tenga sentimientos de culpa, vergüenza y soledad, o sentimientos de tristeza, agotamiento y temor. Todos esos sentimientos son normales.
Lo Que Necesita Saber
• La enfermedad de su ser querido no es culpa suya (ni tampoco de su ser querido).
• Usted no puede curar a su ser querido, pero puede ofrecerle apoyo, comprensión y esperanza.
• Cada persona experimenta un trastorno del estado de ánimo de manera diferente, con síntomas diferentes.
• La mejor manera de averiguar qué necesita de usted su ser querido, es preguntárselo directamente.
Lo Que Necesita Averiguar:
• Información de contacto (que incluya los números de emergencia) del médico, terapeuta y psiquiatra de su ser querido, su hospital local, y amigos y familiares de confianza que puedan ayudar en una crisis.
• Si tiene o no permiso para hablar sobre el tratamiento de su ser querido con sus médicos, y si no lo tiene, qué tiene que hacer para obtenerlo.
• Los tratamientos y medicamentos que su ser querido recibe, cualquier indicación especial sobre la dosificación, y cualquier cambio necesario en la dieta o la actividad.
• Los signos de advertencia más probables de que un episodio maníaco o depresivo empeora (tales como palabras o conductas), y qué puede hacer para ayudar.
• Qué tipo de ayuda diaria puede ofrecer, como hacer tareas en el hogar o ayudar con las compras.
• Cuando hable con los proveedores de atención de salud de su ser querido, sea paciente, educado y firme. Pida aclaraciones de las cosas que no comprende. Escriba las cosas que debe recordar.
Lo Que Puede Decir para Ayudar
• No estás solo en esto. Cuentas conmigo.
• Comprendo que lo que causa estos pensamientos y sentimientos es una enfermedad real.
• Tal vez no lo creas ahora, pero la manera en que te sientes cambiará.
• Tal vez no pueda comprender exactamente cómo te sientes, pero te quiero y quiero ayudarte.
• Cuando quieras darte por vencido, dite a ti mismo que aguantarás por tan sólo un día, hora o minuto más, lo que puedas.
• Eres importante para mí. Tu vida es importante para mí.
• Dime qué puedo hacer ahora para ayudarte.
• Cuentas conmigo. Pasaremos por esto juntos.
Lo Que Debe Evitar Decir:
• Es todo tu imaginación.
• Todos tenemos momentos como este.
• Estarás bien. Deja de preocuparte.
• Mira el lado positivo.
• Tienes tantas cosas por las que vivir. ¿Por qué quieres morir?
• No puedo hacer nada acerca de tu situación.
• Déjate de esto.
• Deja de actuar como un loco.
• ¿Qué pasa contigo?
• ¿No deberías estar mejor ya?
Qué Hacer si Alguien Está en Crisis
Algunas personas se estabilizan rápido después de comenzar el tratamiento; otras tardan más y necesitan probar con varios tratamientos, medicamentos o combinaciones de medicamentos antes de sentirse mejor. La psicoterapia puede ser útil para manejar los síntomas en ese momento.
Si su amigo o familiar se enfrenta a desafíos en el tratamiento, necesita su apoyo y paciencia más que nunca. La educación puede ayudarlos a ambos a encontrar todas las opciones disponibles y decidir si se necesita una segunda opinión. Ayude a su ser querido a tomar los medicamentos según las indicaciones, y no dé por sentado que la persona no está siguiendo el plan de tratamiento sólo porque no se está sintiendo 100 por ciento mejor.
Hay Esperanza
Como amigo o familiar de alguien que está luchando con el trastorno bipolar o la depresión, su apoyo es una parte importante del proceso de mejoría. No pierda la esperanza. El tratamiento para los trastornos del estado de ánimo sí funciona, y la mayoría de las personas con este tipo de trastornos pueden volver a llevar vidas estables y productivas. Siga trabajando con su ser querido y sus proveedores de atención de salud para encontrar tratamientos que funcionen, y siga recordándole a su ser querido que cuenta con su apoyo.
Fuente:
http://www.dbsalliance.org
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jueves, 27 de agosto de 2009
TRASTORNO BIPOLAR, SIGNOS Y SÍNTOMAS
QUE AYUDA Y QUE PERJUDICA
martes, 25 de agosto de 2009
PUBLICACIONES
APUBLICACIONES
-MANUAL DEL TRASTORNO BIPOLAR
Autor: BURGESS, WES
Editorial: ROBIN BOOK
ISBN: 9788479279059
Año Pub: 2007
-ASPECTOS CLÍNICOS TRATORNO AFECTIVO BIPOLAR
De la Clínica a la Neuroprotección
Autor: Jorge Tellez Vargas / Humberto Molinello
http://www.psiquiatriabiologica.org.co/
-TRASTORNOS BIPOLARES
EDITORIAL MEDICA PANAMERICANA
AUTORES:
Hagop Akiskal,Gerardo García Bonetto, Sergio Strejilevich,
Gustavo Vásquez
-AMAR A UN BIPOLAR
Autor: JULIE A. FAST Y JOHN D. PRESTON
Editorial: ROBINBOOK
ISBN: 84-7927-951-6
EAN: 9788479279516
-MANUAL DEL TRASTORNO BIPOLAR
Autor: BURGESS, WES
Editorial: ROBIN BOOK
ISBN: 9788479279059
Año Pub: 2007
-ASPECTOS CLÍNICOS TRATORNO AFECTIVO BIPOLAR
De la Clínica a la Neuroprotección
Autor: Jorge Tellez Vargas / Humberto Molinello
http://www.psiquiatriabiologica.org.co/
-TRASTORNOS BIPOLARES
EDITORIAL MEDICA PANAMERICANA
AUTORES:
Hagop Akiskal,Gerardo García Bonetto, Sergio Strejilevich,
Gustavo Vásquez
-AMAR A UN BIPOLAR
Autor: JULIE A. FAST Y JOHN D. PRESTON
Editorial: ROBINBOOK
ISBN: 84-7927-951-6
EAN: 9788479279516
TRASTORNO BIPOLAR: ¿LA ENFERMEDAD DE LOS GENIOS?
Transitar cíclicamente por depresiones y euforias no implica sólo un problema psicológico, sino también un desbalance neuroquímico. Cerca del 2% de la población es bipolar. La Nación RevistaDomingo 21 de Enero de 2007
Qué tuvieron en común Edgar Allan Poe, Miguel Angel, Virginia Wolf, Piotr Tchaikovsky, Cary Grant y Vincent Van Gogh? Su talento, es cierto. Sin embargo, cada uno de estos genios sufría una alteración que obraba como disparador de su creatividad, y quizá nunca lo supieron: el trastorno bipolar, más conocido como enfermedad maníaco-depresiva. Se dice que el famoso cuadro de Edvard Munch El grito podría haber estado inspirado en una de las cíclicas crisis del atormentado pintor.
Si se habla de bipolaridad lo más frecuente es pensar en una persona deprimida que no sale de la cama y que, en su etapa maníaca, compra autos de manera compulsiva. Y algo de ello hay, pero esta enfermedad tiene muchos más matices –y no siempre negativos– por descubrir.
Se trata de un problema del sistema nervioso que afecta las sustancias especializadas del cerebro (neurotransmisores) reguladoras del estado de ánimo. Quienes lo sufren pasan alternativamente de la euforia a la depresión, proceso que puede ocurrir en cuestión de horas, días, semanas, meses o años.
¿Cómo se desencadena?, ¿es sólo una deficiencia neuroquímica?, ¿un factor genético?, ¿o tiene que ver con el contexto familiar?
“Es una cadena de acontecimientos –explica el doctor Alejandro Lagomarsino, creador de la Fundación de Bipolares Argentina (Fubipa) y presidente honorario del Capítulo de Psicofarmacología de la Asociación de Psiquiatras Argentinos–. Hay predisposición genética, pero los genes que predisponen se activan en situaciones de estrés.” En ese punto está de acuerdo el doctor Marcelo Cetkovich-Bakmas, responsable de la Unidad de Trastornos del Animo del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco): “Los factores estresantes, como las pérdidas, afectan la capacidad de autorreparación del cerebro, la lentifican”.
Entre ciclos
“El carácter ciclotímico es una variante normal del humor: todos tenemos días malos y días buenos”, aclara Cetkovich-Bakmas, que es, además, jefe del Departamento de Psiquiatría del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro.
Pero las cosas cambian cuando esos ciclos se hacen más marcados. Si una persona tiene etapas de tristeza, se encierra en sí misma, tiene trastornos del apetito y el sueño, seguramente está deprimida. Pero si luego mejora notablemente, se acelera, está contenta, exaltada, quizás irritable, comienza a entusiasmarse por un trabajo o un nuevo amor, y en los casos más graves delira, seguramente está transitando una etapa de euforia.
Hasta hace sólo 20 años se conocía muy poco sobre esta enfermedad. “Pero ahora hemos descubierto que hay muchas más personas de lo que se creía con este problema”, dice Cetkovich-Bakmas. En este sentido, se sabe que afecta a cerca del 2% de la población (y no al 1%, como se suponía), que es más frecuente entre las mujeres y aparece en la adolescencia o en los primeros años de la adultez.
¿Es posible afirmar en la primera consulta que alguien es bipolar? Según los especialistas, no es tan sencillo: puede tardarse hasta 10 años en dar un diagnóstico certero. “A los enfermos bipolares se los confunde con esquizofrénicos, depresivos unipolares, ansiosos... Y se los somete a tratamientos que no ayudan. A veces, los empeoran”, dice Cetkovich-Bakmas.
En su etapa eufórica, las personas difícilmente piden ayuda: no pueden reconocer que algo malo les pasa porque se sienten bien.
Por eso recomiendan la primera entrevista cuando la familia las encuentra deprimidas. “Si se sienten mal, es más fácil ayudarlas”, aclara Lagomarsino.
Hay tres pilares terapéuticos: la medicación, la psicoterapia y la psicoeducación. “Los bipolares sufren un deterioro cognitivo que si no se trata puede ser mayor, ya que la depresión es muy tóxica para el cerebro, así que recomendamos tratarlos lo antes posible”, agrega Cetkovich-Bakmas, al tiempo que señala que la medicación tiene como objetivo, básicamente, mantener bajo control las alteraciones del ánimo. El carbonato de litio se usa hace 50 años y sigue siendo aun hoy el más recetado.
La psicoterapia es otra herramienta esencial. Ayuda a cambiar aspectos de la vida y a mantener el tratamiento. “El problema es que la mayoría de ellos sienten que cuando están estabilizados pierden creatividad. Es que, en su etapa de euforia, experimentan una sensación ‘primaveral’, intensa, que no perciben cuando toman la medicación –explica Lagomarsino–. Pero dejar los remedios puede empeorar las cosas. Hay evidencia de que, si se interrumpe el tratamiento, puede haber una recaída y, luego, al volver a utilizar el litio, el cuerpo ya no responde”.
La psicoeducación es el tercer elemento: permite que la persona esté informada, que sepa lo que le va a ocurrir. “Son métodos que ayudan al paciente a convertirse en actor de su propio tratamiento”, piensa Cetkovich-Bakmas. Por eso los grupos de autoayuda son útiles para pacientes y familiares. Son organizaciones de ayuda mutua, gratuitas, coordinadas por un enfermo recuperado o un pariente. “Nadie va a entender mejor que ellos mismos lo que les está ocurriendo –reflexiona Lagomarsino–. Es alguien que pasó por lo mismo y pudo superarlo. Se lo dice un par, no un médico que lo señala con el dedo.”
Por Paula Halperin paulahalperin@lanacion.com. ar
Para saber más:
- Fundación de bipolares argentina: www.fubipa.org.ar
- Fundación mundo bipolar : www.mundobipolar.org
- Instituto nacional de sicopatologia: www.inapsi.com.ar
Una luz en el infierno
"… el trastorno bipolar es una condición humana fascinante y la vez trágica... Mientras la mayoría de los pacientes bipolares psicóticos no son líderes ni creadores, constituyen el reservorio de los genes que, en una forma diluida, podrían ser las semillas de la genialidad” (Hagop S. Akiskal en: Akiskal, Cetkovich-Bakmas, García Bonetto, Strejilevich y Vázquez: Trastornos bipolares. Conceptos clínicos, neurobiológicos y terapéuticos. Panamericana, Buenos Aires, 2006).
Gente exitosa, políticos, artistas reconocidos, músicos, actores... Hay una característica particular que suele ser bastante común entre los bipolares: “Es reconocido que estas personas son más creativas y capaces”, afirma Lagomarsino.
Eduardo Greco, psicoanalista, dice en su libro La bipolaridad como don: “Al perderse los bordes, las restricciones y hasta las inhibiciones, el maníaco hace crecer la fuerza de todas sus funciones, rendimientos y actividades.” Se dice que Schumann llegó a escribir alrededor de 40 sinfonías en un año. Según Eduardo Greco, la oscilación emocional va acompañada de una serie de talentos que, al no ser desarrollados, se convierten en afección.
Los síntomas
Etapa maníaca: euforia con excesivo optimismo, alegría y vitalidad. Marcada disminución del sueño. Aumento del interés sexual, a veces con conductas inapropiadas. Alto nivel de energía y actividad, locuacidad excesiva. Extrema irritabilidad, inquietud, agresividad. Desmesurada valoración de sí mismo (grandiosidad). Cambios emocionales rápidos e imprevisibles. Conductas riesgosas sin tener en cuenta las consecuencias. Gastos excesivos.
Etapa depresiva: sentimientos exagerados o inapropiados, de tristeza, desesperanza, ansiedad, desgano y/o pesimismo. Pérdida de energía y motivación. Apetito disminuido o exagerado. Sueño disminuido o exagerado. Pérdida de interés o placer en las actividades usuales. Perturbaciones en la concentración y la memoria. Ideas recurrentes de muerte, de suicidio.
Fuente:
miércoles 28 de noviembre de 2007
http://bp0.blogger.com
Qué tuvieron en común Edgar Allan Poe, Miguel Angel, Virginia Wolf, Piotr Tchaikovsky, Cary Grant y Vincent Van Gogh? Su talento, es cierto. Sin embargo, cada uno de estos genios sufría una alteración que obraba como disparador de su creatividad, y quizá nunca lo supieron: el trastorno bipolar, más conocido como enfermedad maníaco-depresiva. Se dice que el famoso cuadro de Edvard Munch El grito podría haber estado inspirado en una de las cíclicas crisis del atormentado pintor.
Si se habla de bipolaridad lo más frecuente es pensar en una persona deprimida que no sale de la cama y que, en su etapa maníaca, compra autos de manera compulsiva. Y algo de ello hay, pero esta enfermedad tiene muchos más matices –y no siempre negativos– por descubrir.
Se trata de un problema del sistema nervioso que afecta las sustancias especializadas del cerebro (neurotransmisores) reguladoras del estado de ánimo. Quienes lo sufren pasan alternativamente de la euforia a la depresión, proceso que puede ocurrir en cuestión de horas, días, semanas, meses o años.
¿Cómo se desencadena?, ¿es sólo una deficiencia neuroquímica?, ¿un factor genético?, ¿o tiene que ver con el contexto familiar?
“Es una cadena de acontecimientos –explica el doctor Alejandro Lagomarsino, creador de la Fundación de Bipolares Argentina (Fubipa) y presidente honorario del Capítulo de Psicofarmacología de la Asociación de Psiquiatras Argentinos–. Hay predisposición genética, pero los genes que predisponen se activan en situaciones de estrés.” En ese punto está de acuerdo el doctor Marcelo Cetkovich-Bakmas, responsable de la Unidad de Trastornos del Animo del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco): “Los factores estresantes, como las pérdidas, afectan la capacidad de autorreparación del cerebro, la lentifican”.
Entre ciclos
“El carácter ciclotímico es una variante normal del humor: todos tenemos días malos y días buenos”, aclara Cetkovich-Bakmas, que es, además, jefe del Departamento de Psiquiatría del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro.
Pero las cosas cambian cuando esos ciclos se hacen más marcados. Si una persona tiene etapas de tristeza, se encierra en sí misma, tiene trastornos del apetito y el sueño, seguramente está deprimida. Pero si luego mejora notablemente, se acelera, está contenta, exaltada, quizás irritable, comienza a entusiasmarse por un trabajo o un nuevo amor, y en los casos más graves delira, seguramente está transitando una etapa de euforia.
Hasta hace sólo 20 años se conocía muy poco sobre esta enfermedad. “Pero ahora hemos descubierto que hay muchas más personas de lo que se creía con este problema”, dice Cetkovich-Bakmas. En este sentido, se sabe que afecta a cerca del 2% de la población (y no al 1%, como se suponía), que es más frecuente entre las mujeres y aparece en la adolescencia o en los primeros años de la adultez.
¿Es posible afirmar en la primera consulta que alguien es bipolar? Según los especialistas, no es tan sencillo: puede tardarse hasta 10 años en dar un diagnóstico certero. “A los enfermos bipolares se los confunde con esquizofrénicos, depresivos unipolares, ansiosos... Y se los somete a tratamientos que no ayudan. A veces, los empeoran”, dice Cetkovich-Bakmas.
En su etapa eufórica, las personas difícilmente piden ayuda: no pueden reconocer que algo malo les pasa porque se sienten bien.
Por eso recomiendan la primera entrevista cuando la familia las encuentra deprimidas. “Si se sienten mal, es más fácil ayudarlas”, aclara Lagomarsino.
Hay tres pilares terapéuticos: la medicación, la psicoterapia y la psicoeducación. “Los bipolares sufren un deterioro cognitivo que si no se trata puede ser mayor, ya que la depresión es muy tóxica para el cerebro, así que recomendamos tratarlos lo antes posible”, agrega Cetkovich-Bakmas, al tiempo que señala que la medicación tiene como objetivo, básicamente, mantener bajo control las alteraciones del ánimo. El carbonato de litio se usa hace 50 años y sigue siendo aun hoy el más recetado.
La psicoterapia es otra herramienta esencial. Ayuda a cambiar aspectos de la vida y a mantener el tratamiento. “El problema es que la mayoría de ellos sienten que cuando están estabilizados pierden creatividad. Es que, en su etapa de euforia, experimentan una sensación ‘primaveral’, intensa, que no perciben cuando toman la medicación –explica Lagomarsino–. Pero dejar los remedios puede empeorar las cosas. Hay evidencia de que, si se interrumpe el tratamiento, puede haber una recaída y, luego, al volver a utilizar el litio, el cuerpo ya no responde”.
La psicoeducación es el tercer elemento: permite que la persona esté informada, que sepa lo que le va a ocurrir. “Son métodos que ayudan al paciente a convertirse en actor de su propio tratamiento”, piensa Cetkovich-Bakmas. Por eso los grupos de autoayuda son útiles para pacientes y familiares. Son organizaciones de ayuda mutua, gratuitas, coordinadas por un enfermo recuperado o un pariente. “Nadie va a entender mejor que ellos mismos lo que les está ocurriendo –reflexiona Lagomarsino–. Es alguien que pasó por lo mismo y pudo superarlo. Se lo dice un par, no un médico que lo señala con el dedo.”
Por Paula Halperin paulahalperin@lanacion.com. ar
Para saber más:
- Fundación de bipolares argentina: www.fubipa.org.ar
- Fundación mundo bipolar : www.mundobipolar.org
- Instituto nacional de sicopatologia: www.inapsi.com.ar
Una luz en el infierno
"… el trastorno bipolar es una condición humana fascinante y la vez trágica... Mientras la mayoría de los pacientes bipolares psicóticos no son líderes ni creadores, constituyen el reservorio de los genes que, en una forma diluida, podrían ser las semillas de la genialidad” (Hagop S. Akiskal en: Akiskal, Cetkovich-Bakmas, García Bonetto, Strejilevich y Vázquez: Trastornos bipolares. Conceptos clínicos, neurobiológicos y terapéuticos. Panamericana, Buenos Aires, 2006).
Gente exitosa, políticos, artistas reconocidos, músicos, actores... Hay una característica particular que suele ser bastante común entre los bipolares: “Es reconocido que estas personas son más creativas y capaces”, afirma Lagomarsino.
Eduardo Greco, psicoanalista, dice en su libro La bipolaridad como don: “Al perderse los bordes, las restricciones y hasta las inhibiciones, el maníaco hace crecer la fuerza de todas sus funciones, rendimientos y actividades.” Se dice que Schumann llegó a escribir alrededor de 40 sinfonías en un año. Según Eduardo Greco, la oscilación emocional va acompañada de una serie de talentos que, al no ser desarrollados, se convierten en afección.
Los síntomas
Etapa maníaca: euforia con excesivo optimismo, alegría y vitalidad. Marcada disminución del sueño. Aumento del interés sexual, a veces con conductas inapropiadas. Alto nivel de energía y actividad, locuacidad excesiva. Extrema irritabilidad, inquietud, agresividad. Desmesurada valoración de sí mismo (grandiosidad). Cambios emocionales rápidos e imprevisibles. Conductas riesgosas sin tener en cuenta las consecuencias. Gastos excesivos.
Etapa depresiva: sentimientos exagerados o inapropiados, de tristeza, desesperanza, ansiedad, desgano y/o pesimismo. Pérdida de energía y motivación. Apetito disminuido o exagerado. Sueño disminuido o exagerado. Pérdida de interés o placer en las actividades usuales. Perturbaciones en la concentración y la memoria. Ideas recurrentes de muerte, de suicidio.
Fuente:
miércoles 28 de noviembre de 2007
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TAB AFECTA AL 8% DE LA POBLACIÓN MUNDIAL
El ocho por ciento de la población mundial padece trastorno bipolar con distinto nivel de gravedad, y los pequeños abusos de sustancias psicoactivas pueden desencadenar una vulnerabilidad genética a padecer esta enfermedad psiquiátrica.
Además, el dos por ciento de los enfermos presenta un trastorno bipolar grave, cifra que va en aumento.
Así lo indicó hoy la jefa del servicio de Psiquiatría del Hospital de San Joan d'Alacant, María Angustias Oliveras, durante la presentación de las II Jornadas de la Comunitat Valenciana sobre el Trastorno Bipolar, que se celebrarán mañana en Alicante.
En conferencia de prensa, Oliveras explicó que los pacientes bipolares presentan estados de ánimo que oscilan entre la euforia o hiperactividad (fase maníaca) y la depresión o melancolía (fase depresiva).
'No tiene trastorno bipolar quien quiere, sino quien puede, en función de determinadas características genéticas. Pero no todo el mundo que puede padecer esta enfermedad será en el futuro paciente bipolar', apuntó.
En su opinión, hoy en día hay más casos de trastornos bipolares y más difíciles porque, entre otros motivos, los pequeños abusos de sustancias psicoactivas (tranquilizantes, drogas, alcohol, barbitúricos y opiáceos) 'pueden desencadenar una vulnerabilidad genética que, de no haber consumido estas sustancias, no se manifestaría de forma tan violenta'.
Este trastorno, antes denominado psicosis maniaco-depresiva, cuenta hoy día con tratamiento, aunque no curativo, que permite que la enfermedad 'se pueda manejar, normalizar e incluso prevenir', precisó Oliveras.
'Los trastornos mentales graves tienen un problema serio para la rehabilitación y la inserción social, por eso es importante hablar de ellos para mejorar su imagen', subrayó.
Por su parte, la representante de la Asociación Valenciana de Trastorno Bipolar, que organiza las jornadas, Isabel Gómez Bustos, dijo que esta enfermedad sólo puede determinarse por la conducta del enfermo, lo que dificulta el diagnóstico que se realiza 'en un plazo de siete a diez años'.
Gómez Bustos resaltó también la influencia de este transtorno en la vida familiar, puesto que 'desestructura y destroza a las familias', por lo que consideró necesario 'no sólo saber su nombre, sino también conocerlo'.
Las jornadas abordarán los aspectos jurídico-legales del transtorno bipolar, el trabajo de los equipos de enfermería, las bases genéticas y neurobiológicas de la enfermedad o la repercusión social, entre otras cuestiones.
En ellas participarán una veintena de profesionales de la Comunitat Valenciana que impartirán conferencias y formarán parte de las distintas mesas redondas.
Fuente:
http://www.autosuficiencia.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=925
Además, el dos por ciento de los enfermos presenta un trastorno bipolar grave, cifra que va en aumento.
Así lo indicó hoy la jefa del servicio de Psiquiatría del Hospital de San Joan d'Alacant, María Angustias Oliveras, durante la presentación de las II Jornadas de la Comunitat Valenciana sobre el Trastorno Bipolar, que se celebrarán mañana en Alicante.
En conferencia de prensa, Oliveras explicó que los pacientes bipolares presentan estados de ánimo que oscilan entre la euforia o hiperactividad (fase maníaca) y la depresión o melancolía (fase depresiva).
'No tiene trastorno bipolar quien quiere, sino quien puede, en función de determinadas características genéticas. Pero no todo el mundo que puede padecer esta enfermedad será en el futuro paciente bipolar', apuntó.
En su opinión, hoy en día hay más casos de trastornos bipolares y más difíciles porque, entre otros motivos, los pequeños abusos de sustancias psicoactivas (tranquilizantes, drogas, alcohol, barbitúricos y opiáceos) 'pueden desencadenar una vulnerabilidad genética que, de no haber consumido estas sustancias, no se manifestaría de forma tan violenta'.
Este trastorno, antes denominado psicosis maniaco-depresiva, cuenta hoy día con tratamiento, aunque no curativo, que permite que la enfermedad 'se pueda manejar, normalizar e incluso prevenir', precisó Oliveras.
'Los trastornos mentales graves tienen un problema serio para la rehabilitación y la inserción social, por eso es importante hablar de ellos para mejorar su imagen', subrayó.
Por su parte, la representante de la Asociación Valenciana de Trastorno Bipolar, que organiza las jornadas, Isabel Gómez Bustos, dijo que esta enfermedad sólo puede determinarse por la conducta del enfermo, lo que dificulta el diagnóstico que se realiza 'en un plazo de siete a diez años'.
Gómez Bustos resaltó también la influencia de este transtorno en la vida familiar, puesto que 'desestructura y destroza a las familias', por lo que consideró necesario 'no sólo saber su nombre, sino también conocerlo'.
Las jornadas abordarán los aspectos jurídico-legales del transtorno bipolar, el trabajo de los equipos de enfermería, las bases genéticas y neurobiológicas de la enfermedad o la repercusión social, entre otras cuestiones.
En ellas participarán una veintena de profesionales de la Comunitat Valenciana que impartirán conferencias y formarán parte de las distintas mesas redondas.
Fuente:
http://www.autosuficiencia.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=925
NUEVA BASE DE DATOS PARA EL TRASTORNO BIPOLAR
Un modelo informático de base de datos desarrollado por el Grupo Nacional de Trabajo de Trastorno Bipolar (TB) facilitará la evaluación inicial de los pacientes y su posterior seguimiento.
Una treintena de especialistas en trastorno bipolar pertenecientes al Grupo Nacional de Trabajo de esta patología se dieron cita la semana pasada en Madrid con el objetivo de abordar de un modo integral su manejo clínico y mejorar su conocimiento. Como explicó Jerónimo Sáiz, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Alcalá de Henares y coordinador del grupo, los proyectos en los que trabajan actualmente y "las iniciativas de futuro tienen una filosofía común: unir esfuerzos de investigación y conocimiento en el abordaje de esta patología para mejorar la calidad asistencial de los pacientes".
En esta reunión se presentaron cuatro proyectos puestos en marcha por el grupo que en 2007 pasará a formar parte de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental, perteneciente a la Sociedad Española de Psiquiatría: un modelo informático de base de datos que facilitará la evaluación inicial de los pacientes y su posterior seguimiento; un taller práctico para formar a profesionales de Atención Primaria (AP) en el abordaje del trastorno bipolar, un DVD informativo que muestra el día a día de la enfermedad y los resultados de un estudio sobre el estado físico de estos pacientes.
El equipo de la doctora Consuelo de Dios, del Servicio de Psiquiatría del Hospital La Paz de Madrid, ha sido el encargado de elaborar la base de datos, una herramienta asistencial para que los profesionales puedan recoger de forma sistematizada información de los pacientes y compartirla. Se trata de analizar, entre otros parámetros, el impacto real de la enfermedad sobre la calidad de vida de los enfermos.
"Es un instrumento diseñado para la investigación, como elemento para recoger de una forma sistemática la historia clínica y muchos datos de los enfermos bipolares. Lo fundamental es que es un instrumento informático con unos campos obligatorios que nos hace inevitable recoger todos los datos que son luego de interés para estudios epidemiológicos, estudios de curso y pronóstico; y luego es también un instrumento original porque permite seguimiento evolutivo, realización de informes... Yo diría que es muy completo, se ha trabajado mucho en esto", dice Sáiz. "En un momento en que existen muchas alternativas distintas (de medicamentos, de psicoterapia, combinaciones de todas ellas), es imprescindible tener información sobre cuáles funcionan mejor, en qué tipo de pacientes y en las condiciones de la práctica habitual de las consultas de psiquiatría, no sólo en ensayos clínicos de pacientes seleccionados", su uso conjunto proporcionará material para nuevos estudios de investigación científica sobre la enfermedad.
El principal problema hoy en día con el trastorno bipolar es el tiempo que transcurre entre la aparición de los primeros síntomas y el diagnóstico, que se estima oscila entre los 7 y los 10 años, un periodo de tiempo que los expertos consideran demasiado largo puesto que el diagnóstico empeora si el trastorno no es tratado precozmente. Las consultas de AP son el primer eslabón de la cadena para el diagnóstico de los pacientes con trastorno bipolar, ya que son ellos los que, habitualmente, derivan los casos al especialista.
Dada la necesidad de un diagnóstico temprano, la formación de estos médicos en el inicio y desarrollo de la enfermedad es fundamental. En este sentido, el doctor Alfonso Rodríguez, de la sección de Psiquiatría del Centro Fórum de Barcelona, ha puesto en marcha un proyecto avalado por el grupo: la creación de un modelo de taller formativo en trastorno bipolar dirigido a estos profesionales.
Actualmente entre un 1 y un 3 por ciento de la población española padece este trastorno.
Fuente:
http://www.autosuficiencia.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=962
Una treintena de especialistas en trastorno bipolar pertenecientes al Grupo Nacional de Trabajo de esta patología se dieron cita la semana pasada en Madrid con el objetivo de abordar de un modo integral su manejo clínico y mejorar su conocimiento. Como explicó Jerónimo Sáiz, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Alcalá de Henares y coordinador del grupo, los proyectos en los que trabajan actualmente y "las iniciativas de futuro tienen una filosofía común: unir esfuerzos de investigación y conocimiento en el abordaje de esta patología para mejorar la calidad asistencial de los pacientes".
En esta reunión se presentaron cuatro proyectos puestos en marcha por el grupo que en 2007 pasará a formar parte de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental, perteneciente a la Sociedad Española de Psiquiatría: un modelo informático de base de datos que facilitará la evaluación inicial de los pacientes y su posterior seguimiento; un taller práctico para formar a profesionales de Atención Primaria (AP) en el abordaje del trastorno bipolar, un DVD informativo que muestra el día a día de la enfermedad y los resultados de un estudio sobre el estado físico de estos pacientes.
El equipo de la doctora Consuelo de Dios, del Servicio de Psiquiatría del Hospital La Paz de Madrid, ha sido el encargado de elaborar la base de datos, una herramienta asistencial para que los profesionales puedan recoger de forma sistematizada información de los pacientes y compartirla. Se trata de analizar, entre otros parámetros, el impacto real de la enfermedad sobre la calidad de vida de los enfermos.
"Es un instrumento diseñado para la investigación, como elemento para recoger de una forma sistemática la historia clínica y muchos datos de los enfermos bipolares. Lo fundamental es que es un instrumento informático con unos campos obligatorios que nos hace inevitable recoger todos los datos que son luego de interés para estudios epidemiológicos, estudios de curso y pronóstico; y luego es también un instrumento original porque permite seguimiento evolutivo, realización de informes... Yo diría que es muy completo, se ha trabajado mucho en esto", dice Sáiz. "En un momento en que existen muchas alternativas distintas (de medicamentos, de psicoterapia, combinaciones de todas ellas), es imprescindible tener información sobre cuáles funcionan mejor, en qué tipo de pacientes y en las condiciones de la práctica habitual de las consultas de psiquiatría, no sólo en ensayos clínicos de pacientes seleccionados", su uso conjunto proporcionará material para nuevos estudios de investigación científica sobre la enfermedad.
El principal problema hoy en día con el trastorno bipolar es el tiempo que transcurre entre la aparición de los primeros síntomas y el diagnóstico, que se estima oscila entre los 7 y los 10 años, un periodo de tiempo que los expertos consideran demasiado largo puesto que el diagnóstico empeora si el trastorno no es tratado precozmente. Las consultas de AP son el primer eslabón de la cadena para el diagnóstico de los pacientes con trastorno bipolar, ya que son ellos los que, habitualmente, derivan los casos al especialista.
Dada la necesidad de un diagnóstico temprano, la formación de estos médicos en el inicio y desarrollo de la enfermedad es fundamental. En este sentido, el doctor Alfonso Rodríguez, de la sección de Psiquiatría del Centro Fórum de Barcelona, ha puesto en marcha un proyecto avalado por el grupo: la creación de un modelo de taller formativo en trastorno bipolar dirigido a estos profesionales.
Actualmente entre un 1 y un 3 por ciento de la población española padece este trastorno.
Fuente:
http://www.autosuficiencia.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=962
DEPRESIÓN Y BIPOLARIDAD: ¡NO LOS CONFUNDA!
Si se hubiera conocido el episodio de hipomanía previo al depresivo, el diagnóstico hubiera sido otro, no se hubiera perdido tiempo para un tratamiento adecuado, y le hubieran ahorrado a Pablo las recaídas y empeoramiento de la enfermedad mental que en realidad sufría:
un trastorno bipolar.
Pablo llegó a la consulta del psiquiatra, acompañado por su pareja porque se sentía tan mal que era incapaz de levantarse de la cama: No tenías ganas ni fuerza para hacer nada, su mente estaba poblada de pensamientos negativos y tristes, las cosas que antes le ilusionaban y estimulaban ya no tenían sentido, no veía ninguna salida a su situación y su horizonte vital era un árido y gris desierto.
Cuando el paciente explicó estos síntomas al facultativo -y su acompañante corroboró que no obedecía a ninguna causa objetiva reciente ni a un hecho traumático como un duelo, divorcio o fracaso laboral- el médico le diagnosticó una depresión orgánica, y le prescribió una serie ansiolíticos y antidepresivos, cuya dosis Pablo debió variar paulatinamente para acostumbrar su sistema nervioso a los fármacos.
Centrados exclusivamente en el cuadro depresivo, el paciente no le contó al médico ni éste último le consultó respecto de otros hechos anómalos. De ser así, habría salido a la luz que así como ahora se encontraba emocionalmente en un pozo sin fondo hace unos meses Pablo había estado en una cima sin límites, al vivir varios días de una euforia incontenible, dominados por una enorme actividad y energía, en los cuales se sentía capaz de todo.
Durante aquella etapa de exaltación del ánimo, que se prolongó durante varios días seguidos, el paciente experimentó un aumento de su vitalidad y actividad, tuvo un marcado sentimiento de bienestar y un elevado rendimiento físico y mental. También se volvió más sociable, hablador, se comportó con una familiaridad excesiva, y mostró un enorme vigor sexual y menos necesidad de sueño.
Si se hubiera conocido ese episodio de hipomanía previo al depresivo, su diagnóstico hubiera sido diferente, no se hubiera perdido un valioso tiempo para tratarlo adecuadamente, y se hubieran ahorrado a Pablo las recaídas y empeoramiento de la enfermedad mental que en realidad sufría: un trastorno bipolar.
“Los psiquiatras deben acostumbrarse a pensar que siempre que se encuentren ante un paciente deprimido, después de descartar la organicidad de la depresión, la segunda opción diagnóstica imprescindible es el trastorno bipolar”, señala el doctor Francesc Colom, del Hospital Clínico de Barcelona.
Por ello recomienda preguntar siempre al paciente y a sus acompañantes acerca de episodios pasados parecidos a una hipomanía, especialmente en pacientes jóvenes y “muy particularmente en depresiones sicóticas, las cuales suelen a evolucionar hacia un trastorno bipolar”.
La información ayuda a la terapia
Además según Colom, en este tipo de pacientes la sicoeducación ayuda a prevenir las recaídas, a que presenten menos episodios de manía, depresión o fases mixtas, y a que requieran menos tiempo de hospitalización.
Asimismo “mejora el cumplimiento de la terapia farmacológica”, por lo que es partidario de informar al paciente acerca de los pros y los contras de los fármacos que debe tomar y discutir las ventajas de tomarlos y los riesgos de no hacerlo.
Los dos tipos más importantes de medicamentos usados para controlar los síntomas del disturbio bipolar son los estabilizadores de ánimo, como el Litio, y los antidepresivos. Además se prescriben otros medicamentos para ayudar al paciente con el insomnio, la ansiedad, la inquietud, o los síntomas sicóticos.
Según Colom, “la información no espanta a los pacientes, sino que les anima a tomar bien el fármaco. Además si el médico no les informa, éstos tratarán de hacerlo por sus propios medios, como Internet, ‘desinformándose’, al no ser capaces de filtrar la información relevante de la anecdótica o las fuentes fiables de las que no lo son”.
El también conocido como trastorno maníaco-depresivo, es una enfermedad mental crónica que afecta a dos de cada 100 personas y es la sexta causa de incapacidad en el mundo. Se caracteriza por cambios de humor que van desde la animación extrema (euforia) al decaimiento (depresión), provocando en los pacientes ataques de júbilo y euforia y, en el extremo contrario, crisis de desánimo y desesperación.
Quienes sufren este problema presentan, durante días, semanas o meses, períodos de pérdida de interés en sus actividades habituales, falta de concentración, alteraciones del sueño y del apetito, pero también padecen episodios inversos, hablan en exceso, gastan el dinero con profusión, en fases que reciben el nombre de manía o hipomanía, según su intensidad.
Fuente:
http://www.autosuficiencia.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=785
un trastorno bipolar.
Pablo llegó a la consulta del psiquiatra, acompañado por su pareja porque se sentía tan mal que era incapaz de levantarse de la cama: No tenías ganas ni fuerza para hacer nada, su mente estaba poblada de pensamientos negativos y tristes, las cosas que antes le ilusionaban y estimulaban ya no tenían sentido, no veía ninguna salida a su situación y su horizonte vital era un árido y gris desierto.
Cuando el paciente explicó estos síntomas al facultativo -y su acompañante corroboró que no obedecía a ninguna causa objetiva reciente ni a un hecho traumático como un duelo, divorcio o fracaso laboral- el médico le diagnosticó una depresión orgánica, y le prescribió una serie ansiolíticos y antidepresivos, cuya dosis Pablo debió variar paulatinamente para acostumbrar su sistema nervioso a los fármacos.
Centrados exclusivamente en el cuadro depresivo, el paciente no le contó al médico ni éste último le consultó respecto de otros hechos anómalos. De ser así, habría salido a la luz que así como ahora se encontraba emocionalmente en un pozo sin fondo hace unos meses Pablo había estado en una cima sin límites, al vivir varios días de una euforia incontenible, dominados por una enorme actividad y energía, en los cuales se sentía capaz de todo.
Durante aquella etapa de exaltación del ánimo, que se prolongó durante varios días seguidos, el paciente experimentó un aumento de su vitalidad y actividad, tuvo un marcado sentimiento de bienestar y un elevado rendimiento físico y mental. También se volvió más sociable, hablador, se comportó con una familiaridad excesiva, y mostró un enorme vigor sexual y menos necesidad de sueño.
Si se hubiera conocido ese episodio de hipomanía previo al depresivo, su diagnóstico hubiera sido diferente, no se hubiera perdido un valioso tiempo para tratarlo adecuadamente, y se hubieran ahorrado a Pablo las recaídas y empeoramiento de la enfermedad mental que en realidad sufría: un trastorno bipolar.
“Los psiquiatras deben acostumbrarse a pensar que siempre que se encuentren ante un paciente deprimido, después de descartar la organicidad de la depresión, la segunda opción diagnóstica imprescindible es el trastorno bipolar”, señala el doctor Francesc Colom, del Hospital Clínico de Barcelona.
Por ello recomienda preguntar siempre al paciente y a sus acompañantes acerca de episodios pasados parecidos a una hipomanía, especialmente en pacientes jóvenes y “muy particularmente en depresiones sicóticas, las cuales suelen a evolucionar hacia un trastorno bipolar”.
La información ayuda a la terapia
Además según Colom, en este tipo de pacientes la sicoeducación ayuda a prevenir las recaídas, a que presenten menos episodios de manía, depresión o fases mixtas, y a que requieran menos tiempo de hospitalización.
Asimismo “mejora el cumplimiento de la terapia farmacológica”, por lo que es partidario de informar al paciente acerca de los pros y los contras de los fármacos que debe tomar y discutir las ventajas de tomarlos y los riesgos de no hacerlo.
Los dos tipos más importantes de medicamentos usados para controlar los síntomas del disturbio bipolar son los estabilizadores de ánimo, como el Litio, y los antidepresivos. Además se prescriben otros medicamentos para ayudar al paciente con el insomnio, la ansiedad, la inquietud, o los síntomas sicóticos.
Según Colom, “la información no espanta a los pacientes, sino que les anima a tomar bien el fármaco. Además si el médico no les informa, éstos tratarán de hacerlo por sus propios medios, como Internet, ‘desinformándose’, al no ser capaces de filtrar la información relevante de la anecdótica o las fuentes fiables de las que no lo son”.
El también conocido como trastorno maníaco-depresivo, es una enfermedad mental crónica que afecta a dos de cada 100 personas y es la sexta causa de incapacidad en el mundo. Se caracteriza por cambios de humor que van desde la animación extrema (euforia) al decaimiento (depresión), provocando en los pacientes ataques de júbilo y euforia y, en el extremo contrario, crisis de desánimo y desesperación.
Quienes sufren este problema presentan, durante días, semanas o meses, períodos de pérdida de interés en sus actividades habituales, falta de concentración, alteraciones del sueño y del apetito, pero también padecen episodios inversos, hablan en exceso, gastan el dinero con profusión, en fases que reciben el nombre de manía o hipomanía, según su intensidad.
Fuente:
http://www.autosuficiencia.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=785
ÚNICO MEDICAMENTO
Avance en el tratamiento de las dos caras del trastorno bipolar con un único antipsicótico.
Los especialistas valoran positivamente la coincidencia de los resultados del estudio BOLDER II y el hecho de su coincidencia con los resultados del BOLDER I. Se trata de una de las investigaciones controladas con placebo de mayor tamaño para el tratamiento agudo de la depresión bipolar.
El doctor Michael E. Thase, del departamento de psiquiatría del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos) ha mostrado su satisfacción por la coincidencia encontrada en los resultados del estudio BOLDER II respecto a los obtenidos anteriormente por el BOLDER I. La reproducción de los resultados conseguida por este segundo estudio “añade una fuerza considerable a los datos del programa BOLDER”, ha declarado Thase.
Para este investigador “en el pasado, los médicos solían tratar el trastorno bipolar con un estabilizador del humor y un antidepresivo. Contar con un único medicamento que sirva para tratar tanto los episodios maniacos como los depresivos de esta afección supondría un importante avance médico”.
Por su parte, el profesor Joseph Calabrese, co-director del Centro de Investigación Bipolar del Instituto Nacional de Salud Mental de los Hospitales Universitarios de la Universidad de Cleveland y Case Western Reserve, ha destacado el hecho de que un estudio de la magnitud de BOLDER II reproduzca los resultados de BOLDER I de forma tan parecida, lo que en su opinión ofrece la esperanza de encontrar una coherencia similar en el ámbito de la práctica clínica habitual.
“Como clínico –ha señalado- cuando tienes que tratar a un paciente con depresión bipolar te preguntas ¿qué puedo hacer para reducir las posibilidades de que esta persona pueda presentar un intento de suicidio? ¿Cómo puedo controlar sus síntomas para mejorar su calidad de vida? y también, ¿estarán satisfechos con el tratamiento y continuarán tomándolo? Los resultados del estudio BOLDER sugieren que la ciencia médica puede ayudarnos a responder mejor a estas preguntas en el futuro”.
Los resultados confirman el potencial de la quetiapina (Seroquel) usada en monoterapia (tratamiento con un único medicamento antipsicótico) para tratar la depresión bipolar aguda. Se trata de un antipsicótico atípico para el tratamiento de la esquizofrenia y para las fases maniacas del trastorno bipolar, pero que aún no está aprobado para la depresión bipolar.
El trastorno bipolar afecta a alrededor de un 3-4 por ciento de la población adulta y se caracteriza por la existencia de periodos recurrentes de manía y depresión. Hasta un 56 por ciento de las personas que presentan depresión bipolar pueden presentar intentos de suicidio y aproximadamente entre un 10 y un 15 por ciento lo consuman.
Fuente:
http://www.autosuficiencia.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=776
Los especialistas valoran positivamente la coincidencia de los resultados del estudio BOLDER II y el hecho de su coincidencia con los resultados del BOLDER I. Se trata de una de las investigaciones controladas con placebo de mayor tamaño para el tratamiento agudo de la depresión bipolar.
El doctor Michael E. Thase, del departamento de psiquiatría del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos) ha mostrado su satisfacción por la coincidencia encontrada en los resultados del estudio BOLDER II respecto a los obtenidos anteriormente por el BOLDER I. La reproducción de los resultados conseguida por este segundo estudio “añade una fuerza considerable a los datos del programa BOLDER”, ha declarado Thase.
Para este investigador “en el pasado, los médicos solían tratar el trastorno bipolar con un estabilizador del humor y un antidepresivo. Contar con un único medicamento que sirva para tratar tanto los episodios maniacos como los depresivos de esta afección supondría un importante avance médico”.
Por su parte, el profesor Joseph Calabrese, co-director del Centro de Investigación Bipolar del Instituto Nacional de Salud Mental de los Hospitales Universitarios de la Universidad de Cleveland y Case Western Reserve, ha destacado el hecho de que un estudio de la magnitud de BOLDER II reproduzca los resultados de BOLDER I de forma tan parecida, lo que en su opinión ofrece la esperanza de encontrar una coherencia similar en el ámbito de la práctica clínica habitual.
“Como clínico –ha señalado- cuando tienes que tratar a un paciente con depresión bipolar te preguntas ¿qué puedo hacer para reducir las posibilidades de que esta persona pueda presentar un intento de suicidio? ¿Cómo puedo controlar sus síntomas para mejorar su calidad de vida? y también, ¿estarán satisfechos con el tratamiento y continuarán tomándolo? Los resultados del estudio BOLDER sugieren que la ciencia médica puede ayudarnos a responder mejor a estas preguntas en el futuro”.
Los resultados confirman el potencial de la quetiapina (Seroquel) usada en monoterapia (tratamiento con un único medicamento antipsicótico) para tratar la depresión bipolar aguda. Se trata de un antipsicótico atípico para el tratamiento de la esquizofrenia y para las fases maniacas del trastorno bipolar, pero que aún no está aprobado para la depresión bipolar.
El trastorno bipolar afecta a alrededor de un 3-4 por ciento de la población adulta y se caracteriza por la existencia de periodos recurrentes de manía y depresión. Hasta un 56 por ciento de las personas que presentan depresión bipolar pueden presentar intentos de suicidio y aproximadamente entre un 10 y un 15 por ciento lo consuman.
Fuente:
http://www.autosuficiencia.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=776
TRASTORNO BIPOLAR, UNA ENFERMEDAD INFRADIAGNOSTICADA
El control rápido de los síntomas de los pacientes con trastorno bipolar, como la agitación, la agresividad y la impulsividad, es clave para el tratamiento de los episodios de manía o mixtos que se producen en esta enfermedad psiquiátrica.
Con esto se reduce el tiempo necesario para conseguir la estabilización del paciente, especialmente en aquellos que han mostrado tendencias suicidas, o comportamientos violentos. En enfermos graves, este tipo de comportamientos pueden obligar a su hospitalización.
El trastorno bipolar es una enfermedad mental que se caracteriza por estados de ánimo cambiantes, alternando períodos de manía, euforia excesiva, comportamiento compulsivo y psicosis, con periodos de depresión profunda. Normalmente, la enfermedad afecta a jóvenes entre los 20 y 30 años.
Los antipsicóticos desempeñan un papel fundamental en el tratamiento del síndrome bipolar, siendo especialmente útiles en las fases agudas de los episodios de manía. El objetivo fundamental del tratamiento es conseguir el reestablecimiento de la funcionalidad psicosocial del paciente y el control rápido de síntomas como la agitación, la agresividad o la impulsividad.
Distintos estudios señalan que ziprasidona, un antipsicótico de segunda generación, consigue, en pacientes con episodios maníacos o mixtos de gravedad moderada asociados con trastorno bipolar, controlar los síntomas a corto y largo plazo, un control que se hace evidente en tan sólo 2 días, desde el inicio del tratamiento.
Según señala el doctor Eduard Vieta, coordinador del Programa de Trastornos Bipolares del Instituto Clínico de Psiquiatría y Psicología, Hospital Clínico Universitario de Barcelona, “La ziprasidona es un antipsicótico atípico muy útil para las fases maniacas, como han demostrado distintos estudios rigurosos, cuya principal ventaja es que comienza a ser efectiva al segundo día y además no produce efectos secundarios neurológicos graves o aumento de peso como ocurría con otros medicamentos”.
Ziprasidona, Zeldox, es un medicamento de Pfizer y se encuentra disponible en España para el tratamiento de episodios maníacos o mixtos de gravedad moderada asociados con trastorno bipolar aunque ya estaba indicado para el abordaje de la esquizofrenia.
Existen diversos estudios que avalan la eficacia de ziprasidona en manía bipolar. En ellos se demostró que ziprasidona (120-160 mg / día) consigue mejorías significativas a partir del segundo día de tratamiento, que se mantuvieron durante las 3 semanas del estudio. Estas mejorías se tradujeron en una disminución en la puntuación de la escala de valoración de la manía (MRS) entre un 42 y 45% respecto a placebo. En cuanto a la eficacia de ziprasidona a largo plazo, un estudio comparativo respecto a placebo mostró que ésta reduce significativamente la gravedad de la enfermedad en pacientes con trastorno bipolar durante un mínimo de 1 año, y una buena tolerabilidad a lo largo de todo el periodo de estudio.
Por otro lado, Ziprasidona es un antipsicótico atípico que presenta una buena tolerabilidad, no produciendo efectos secundarios neurológicos graves ni aumento de peso. La ausencia de este último contrasta con los resultados de otros antipsicóticos atípicos, como olanzapina y clozapina, que han mostrado un marcado incremento de peso en los pacientes tratados con estos fármacos respecto a los pacientes que recibían placebo.
Trastorno bipolar, una enfermedad infradiagnosticada
El trastorno bipolar se diagnostica en edad adulta, aunque comienza en la adolescencia. Se estima que se tarda alrededor de 7 años en diagnosticar. “Es muy importante realizar un diagnóstico precoz ya que cuanto más se demora la identificación de la enfermedad, más secuelas sociales y psicológicas existen, así como más tiempo se tarda en encontrar un tratamiento adecuado”, señala el doctor Vieta.
Esta enfermedad mental se caracteriza por la alternancia de episodios depresivos con episodios de manía y origina, incluso, en muchos pacientes tendencias suicidas. Los síntomas de los episodios de manía son euforia, grandiosidad, presión del habla, hiperactividad, impulsividad, disminución del sueño, delirios, alucinaciones…
Se estima que un 50% de los pacientes no acuden al médico durante los 5 primeros años desde la aparición de los primeros síntomas y, una vez que lo hacen, en el 34% de los casos llegan a transcurrir hasta 10 años hasta que se diagnostica la enfermedad.
El cumplimiento terapéutico es fundamental para que el paciente tenga controlada su enfermedad y pueda llevar una vida cotidiana. Sin embargo, el 40% de estos enfermos no toman correctamente la medicación prescrita por lo que recaen y empeoran su enfermedad.
Más información:
noeliacalvo@press.mkmedia.es
Fuente:
http://www.autosuficiencia.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=801
Con esto se reduce el tiempo necesario para conseguir la estabilización del paciente, especialmente en aquellos que han mostrado tendencias suicidas, o comportamientos violentos. En enfermos graves, este tipo de comportamientos pueden obligar a su hospitalización.
El trastorno bipolar es una enfermedad mental que se caracteriza por estados de ánimo cambiantes, alternando períodos de manía, euforia excesiva, comportamiento compulsivo y psicosis, con periodos de depresión profunda. Normalmente, la enfermedad afecta a jóvenes entre los 20 y 30 años.
Los antipsicóticos desempeñan un papel fundamental en el tratamiento del síndrome bipolar, siendo especialmente útiles en las fases agudas de los episodios de manía. El objetivo fundamental del tratamiento es conseguir el reestablecimiento de la funcionalidad psicosocial del paciente y el control rápido de síntomas como la agitación, la agresividad o la impulsividad.
Distintos estudios señalan que ziprasidona, un antipsicótico de segunda generación, consigue, en pacientes con episodios maníacos o mixtos de gravedad moderada asociados con trastorno bipolar, controlar los síntomas a corto y largo plazo, un control que se hace evidente en tan sólo 2 días, desde el inicio del tratamiento.
Según señala el doctor Eduard Vieta, coordinador del Programa de Trastornos Bipolares del Instituto Clínico de Psiquiatría y Psicología, Hospital Clínico Universitario de Barcelona, “La ziprasidona es un antipsicótico atípico muy útil para las fases maniacas, como han demostrado distintos estudios rigurosos, cuya principal ventaja es que comienza a ser efectiva al segundo día y además no produce efectos secundarios neurológicos graves o aumento de peso como ocurría con otros medicamentos”.
Ziprasidona, Zeldox, es un medicamento de Pfizer y se encuentra disponible en España para el tratamiento de episodios maníacos o mixtos de gravedad moderada asociados con trastorno bipolar aunque ya estaba indicado para el abordaje de la esquizofrenia.
Existen diversos estudios que avalan la eficacia de ziprasidona en manía bipolar. En ellos se demostró que ziprasidona (120-160 mg / día) consigue mejorías significativas a partir del segundo día de tratamiento, que se mantuvieron durante las 3 semanas del estudio. Estas mejorías se tradujeron en una disminución en la puntuación de la escala de valoración de la manía (MRS) entre un 42 y 45% respecto a placebo. En cuanto a la eficacia de ziprasidona a largo plazo, un estudio comparativo respecto a placebo mostró que ésta reduce significativamente la gravedad de la enfermedad en pacientes con trastorno bipolar durante un mínimo de 1 año, y una buena tolerabilidad a lo largo de todo el periodo de estudio.
Por otro lado, Ziprasidona es un antipsicótico atípico que presenta una buena tolerabilidad, no produciendo efectos secundarios neurológicos graves ni aumento de peso. La ausencia de este último contrasta con los resultados de otros antipsicóticos atípicos, como olanzapina y clozapina, que han mostrado un marcado incremento de peso en los pacientes tratados con estos fármacos respecto a los pacientes que recibían placebo.
Trastorno bipolar, una enfermedad infradiagnosticada
El trastorno bipolar se diagnostica en edad adulta, aunque comienza en la adolescencia. Se estima que se tarda alrededor de 7 años en diagnosticar. “Es muy importante realizar un diagnóstico precoz ya que cuanto más se demora la identificación de la enfermedad, más secuelas sociales y psicológicas existen, así como más tiempo se tarda en encontrar un tratamiento adecuado”, señala el doctor Vieta.
Esta enfermedad mental se caracteriza por la alternancia de episodios depresivos con episodios de manía y origina, incluso, en muchos pacientes tendencias suicidas. Los síntomas de los episodios de manía son euforia, grandiosidad, presión del habla, hiperactividad, impulsividad, disminución del sueño, delirios, alucinaciones…
Se estima que un 50% de los pacientes no acuden al médico durante los 5 primeros años desde la aparición de los primeros síntomas y, una vez que lo hacen, en el 34% de los casos llegan a transcurrir hasta 10 años hasta que se diagnostica la enfermedad.
El cumplimiento terapéutico es fundamental para que el paciente tenga controlada su enfermedad y pueda llevar una vida cotidiana. Sin embargo, el 40% de estos enfermos no toman correctamente la medicación prescrita por lo que recaen y empeoran su enfermedad.
Más información:
noeliacalvo@press.mkmedia.es
Fuente:
http://www.autosuficiencia.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=801
UN ÁRBOL GENEALÓGICO AGILIZA EL DIAGNÓSTICO
Más de dos tercios de las personas con trastorno bipolar tienen al menos un familiar cercano con la enfermedad o con una depresión importante.
El nuevo programa “El Árbol Genealógico de la Salud Mental” ayuda a las familias de enfermos con trastorno bipolar a mejorar la rapidez y exactitud del diagnóstico
El trastorno bipolar puede ser difícil de diagnosticar porque sus síntomas a menudo se enmascaran como depresión, problemas en el trabajo, gastos incontrolados, abuso de drogas, o incluso intentos de suicidio. Pero ahora, en Estados Unidos, AstraZéneca patrocina un programa que busca la conexión familiar con el trastorno bipolar para ayudar a las familias a mejorar la rapidez y exactitud del diagnóstico de trastorno bipolar.
El programa “El Arbol Genealógico de la Salud Mental”, lanzado por la organización norteamericana sin fines de lucro, Families for Depression Awareness (FFDA) http://www.familyaware.org/ con el patrocinio de AstraZéneca, se centra en el papel que la historia familiar de salud mental de una persona puede tener en el diagnóstico del trastorno bipolar, a la vez que ayuda a identificar algunos comportamientos –a veces desconocidos- asociados con la enfermedad.
“Demasiadas personas con trastorno bipolar sufren porque no están diagnosticadas o porque están mal diagnosticadas”, comentó Julie Totten, presidenta y fundadora de la FFDA. “Con el programa “El Árbol Genealógico de la Salud Mental”, esperamos aumentar el conocimiento sobre patrones de comportamiento familiar que a menudo son indicativos de trastorno bipolar, tales como un incremento de energía, cambios extremos de humor, irritabilidad y alteraciones del sueño, a fin de reducir el tiempo hasta que el paciente tiene un diagnóstico correcto. Este tiempo es crítico, ya que a menudo el trastorno bipolar tarda diez años en ser diagnosticado”.
¿En qué consiste?
Mediante este programa, las personas que estén preocupadas por la posibilidad de tener trastorno bipolar ellas o algún miembro de su familia, pueden completar un simple cuestionario interactivo, para una mejor comprensión de los comportamientos asociados con la enfermedad y para hacer el registro de su frecuencia en la familia. De este modo se construye un “árbol genealógico” que se puede imprimir y utilizar en las conversaciones con médicos o familiares.
Este cuestionario se puede encontrar en:
www.MentalHealthFamilyTree.org junto con otros medios de ayuda que incluyen consejos para pacientes y familiares sobre cómo afrontar el trastorno bipolar.
“Si hubiera construido mi “Árbol Genealógico de la Salud Mental” antes, tanto mi médico como yo misma hubiéramos tenido una visión más clara de lo que me estaba sucediendo”, comenta Renee Rosolino, que fue diagnosticada de trastorno bipolar después de que ella y su médico se hubieran percatado de que era una enfermedad que se daba en su familia. “Nos habría ayudado el saber que el aislamiento y comportamiento extraño que a veces tenía mi padre eran algo más que rasgos molestos de su personalidad, y que puede que haya tenido trastorno bipolar. El haber sabido esto antes habría ayuda a mi médico a diferenciar mi trastorno bipolar de una depresión y me hubiera llevado a un tratamiento eficaz y a una vida más feliz de una forma más rápida”.
Más de dos tercios de las personas con trastorno bipolar tienen al menos un familiar cercano con la enfermedad o con una depresión importante, lo que indica que la enfermedad ocurre en familias. Los médicos están de acuerdo en que el conocimiento que los pacientes tengan de la historia de la salud mental de la familia, podría dar claves importantes durante el establecimiento del diagnóstico.
Más información:
Marta Cadahía de Heredia
Marta_Cadahia@es.cohnwolfe.com
Mónica González Ortín
Monica_Gonzalez@es.cohnwolfe.com
Fuente:
http://www.autosuficiencia.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=804
El nuevo programa “El Árbol Genealógico de la Salud Mental” ayuda a las familias de enfermos con trastorno bipolar a mejorar la rapidez y exactitud del diagnóstico
El trastorno bipolar puede ser difícil de diagnosticar porque sus síntomas a menudo se enmascaran como depresión, problemas en el trabajo, gastos incontrolados, abuso de drogas, o incluso intentos de suicidio. Pero ahora, en Estados Unidos, AstraZéneca patrocina un programa que busca la conexión familiar con el trastorno bipolar para ayudar a las familias a mejorar la rapidez y exactitud del diagnóstico de trastorno bipolar.
El programa “El Arbol Genealógico de la Salud Mental”, lanzado por la organización norteamericana sin fines de lucro, Families for Depression Awareness (FFDA) http://www.familyaware.org/ con el patrocinio de AstraZéneca, se centra en el papel que la historia familiar de salud mental de una persona puede tener en el diagnóstico del trastorno bipolar, a la vez que ayuda a identificar algunos comportamientos –a veces desconocidos- asociados con la enfermedad.
“Demasiadas personas con trastorno bipolar sufren porque no están diagnosticadas o porque están mal diagnosticadas”, comentó Julie Totten, presidenta y fundadora de la FFDA. “Con el programa “El Árbol Genealógico de la Salud Mental”, esperamos aumentar el conocimiento sobre patrones de comportamiento familiar que a menudo son indicativos de trastorno bipolar, tales como un incremento de energía, cambios extremos de humor, irritabilidad y alteraciones del sueño, a fin de reducir el tiempo hasta que el paciente tiene un diagnóstico correcto. Este tiempo es crítico, ya que a menudo el trastorno bipolar tarda diez años en ser diagnosticado”.
¿En qué consiste?
Mediante este programa, las personas que estén preocupadas por la posibilidad de tener trastorno bipolar ellas o algún miembro de su familia, pueden completar un simple cuestionario interactivo, para una mejor comprensión de los comportamientos asociados con la enfermedad y para hacer el registro de su frecuencia en la familia. De este modo se construye un “árbol genealógico” que se puede imprimir y utilizar en las conversaciones con médicos o familiares.
Este cuestionario se puede encontrar en:
www.MentalHealthFamilyTree.org junto con otros medios de ayuda que incluyen consejos para pacientes y familiares sobre cómo afrontar el trastorno bipolar.
“Si hubiera construido mi “Árbol Genealógico de la Salud Mental” antes, tanto mi médico como yo misma hubiéramos tenido una visión más clara de lo que me estaba sucediendo”, comenta Renee Rosolino, que fue diagnosticada de trastorno bipolar después de que ella y su médico se hubieran percatado de que era una enfermedad que se daba en su familia. “Nos habría ayudado el saber que el aislamiento y comportamiento extraño que a veces tenía mi padre eran algo más que rasgos molestos de su personalidad, y que puede que haya tenido trastorno bipolar. El haber sabido esto antes habría ayuda a mi médico a diferenciar mi trastorno bipolar de una depresión y me hubiera llevado a un tratamiento eficaz y a una vida más feliz de una forma más rápida”.
Más de dos tercios de las personas con trastorno bipolar tienen al menos un familiar cercano con la enfermedad o con una depresión importante, lo que indica que la enfermedad ocurre en familias. Los médicos están de acuerdo en que el conocimiento que los pacientes tengan de la historia de la salud mental de la familia, podría dar claves importantes durante el establecimiento del diagnóstico.
Más información:
Marta Cadahía de Heredia
Marta_Cadahia@es.cohnwolfe.com
Mónica González Ortín
Monica_Gonzalez@es.cohnwolfe.com
Fuente:
http://www.autosuficiencia.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=804
NEUROTRANSMISORES
En las personas afectadas por el trastorno bipolar, ocurre lo que orgánicamente se conoce como una disrregulacion de los neurotransmisores que tienen un papel fundamental en la sinapsis (que son las uniones mediante las cuales las celulas del sistema nervioso se envian señales unas a otras)
En los pacientes bipolares existe un importante desbalance neuroquimico entre al area limbica o central del cerebro y su lóbulo frontal. Es decir, en esa zona, se da una producción excesiva de neurotransmisores, que se traduce en los cambios de conducta que caracterizan los episodios del trastorno.
En la FASE MANIACA se aumenta considerablemente los niveles de tres neurotransmisores:
* ADRENALINA: ligada a la energia y la actividad (y eso provoca que nos volvamos incansables y hagamos mil cosas a la vez)
* DOPAMINA: relacionada con el placer (lo que nos transforma en consumidores de cuanto placer se nos ponga a tiro).
*ACETILCOLINA: ligada a los impulsos (y eso provoca nuestro descontrol).
Al mismo tiempo, disminuye la producción de SEROTONINA: neurotransmisor del animo (lo cual posibilita que, hasta el mas discreto y reservado llegue a transformarse en un ser totalmente desinhibido).
En la FASE DEPRESIVA ocurre lo contrario: disminuye la producción y la captación de los neurotransmisores, sobre todo de la SEROTONINA y la NOREPIREFRINA, relacionada con la motivación, los impulsos y los patrones de sueño (lo cual provoca que nos vengamos al pozo y no tengamos animo para levantarnos mas).
Fuente:
http://www.autosuficiencia.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=856
Informacion tomada de "El Universal" e interpretada con la vision de Lucy (bipolar).
En los pacientes bipolares existe un importante desbalance neuroquimico entre al area limbica o central del cerebro y su lóbulo frontal. Es decir, en esa zona, se da una producción excesiva de neurotransmisores, que se traduce en los cambios de conducta que caracterizan los episodios del trastorno.
En la FASE MANIACA se aumenta considerablemente los niveles de tres neurotransmisores:
* ADRENALINA: ligada a la energia y la actividad (y eso provoca que nos volvamos incansables y hagamos mil cosas a la vez)
* DOPAMINA: relacionada con el placer (lo que nos transforma en consumidores de cuanto placer se nos ponga a tiro).
*ACETILCOLINA: ligada a los impulsos (y eso provoca nuestro descontrol).
Al mismo tiempo, disminuye la producción de SEROTONINA: neurotransmisor del animo (lo cual posibilita que, hasta el mas discreto y reservado llegue a transformarse en un ser totalmente desinhibido).
En la FASE DEPRESIVA ocurre lo contrario: disminuye la producción y la captación de los neurotransmisores, sobre todo de la SEROTONINA y la NOREPIREFRINA, relacionada con la motivación, los impulsos y los patrones de sueño (lo cual provoca que nos vengamos al pozo y no tengamos animo para levantarnos mas).
Fuente:
http://www.autosuficiencia.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=856
Informacion tomada de "El Universal" e interpretada con la vision de Lucy (bipolar).
EL DIAGNÓSTICO TEMPRANO ALARGA LA ESPERANZA DE VIDA
El trastorno Bipolar afecta a un 2% de la población mundial. En España lo padecen casi un 5% de la población y la mitad de ellas están sin diagnosticar, ya que muchas veces la enfermedad se confunde con la depresión.
Con motivo del próximo “Día Mundial de la Salud Mental” que se celebrará el 10 de octubre, se ha inaugurado hoy en el centro comercial La Vaguada de Madrid la “I Campaña de concienciación social sobre Trastorno Bipolar”. Esta campaña, patrocinada por la Fundación AstraZéneca, nace con el objetivo de informar a la sociedad sobre la importancia de la detección precoz de esta enfermedad.
En la rueda de prensa de presentación de la campaña, el doctor Francisco Ferre, director de la Oficina Regional de Coordinación de Salud Mental de la Comunidad de Madrid, ha comentado que “en la Comunidad de Madrid ya son 40.000 las personas afectadas por esta enfermedad y cada año se detectan 1.500 nuevos casos. “
Por su parte del doctor Jesús Valle, Jefe de Internamiento del Hospital de la Princesa de Madrid, ha concretado que “en España el porcentaje de personas afectadas por el trastorno bipolar alcanza a casi el 5% de la población, a pesar de ello sigue siendo difícil el diagnóstico y en muchos casos se puede tardar hasta una media de 10 años en reconocer la enfermedad, por lo que campañas de concienciación como ésta son vitales.”
Según se ha reflejado en algunos estudios, un paciente bipolar diagnosticado en la veintena puede llegar a perder hasta 9 años de vida, 12 de salud y 14 de actividad laboral.
En palabras de Pilar García, presidenta de la Asociación Bipolar de Madrid, “con esta campaña se pretende dar a conocer la enfermedad del trastorno bipolar entre la sociedad, el apoyo social junto con el de la familia y amigos es clave para que la propia persona afectada acepte su diagnóstico.”
La mayor parte de las personas que padecen trastorno bipolar no lo sabe porque los síntomas de alarma suelen ser difíciles de detectar, y a veces se esconden tras la depresión que en algunos casos puede terminar en suicidios. Según Carlos Julio Moya, coordinador de programas de la organización Teléfono de la Esperanza “durante el año 2005 se recibieron más de 2.000 llamadas con contenido depresivo y posibilidades de suicidio, a fecha de hoy en 2006 ya son 1400 las llamadas con contenidos suicidas. De ellas el mayor número procede de la Comunidad de Madrid y dos de cada tres llamadas son de mujeres.”
Uno de los primeros actos de esta campaña dirigida a toda la población consistirá en la exposición fotográfica que ha realizado para este evento la artista plástica Isabel León, basada en su exposición “DOS PUNTOS DE VISTA”. La exposición podrá visitarse en el centro comercial La Vaguada (Madrid) del 5 al 11 de octubre. Además durante estos días se repartirá información sobre el trastorno bipolar, y estarán a disposición de quienes lo deseen, expertos en la enfermedad que informarán al público sobre las características, los síntomas y los tratamientos del trastorno bipolar.
Esta campaña de concienciación cuenta con la colaboración de la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (FEAFES), la Fundación Mundo Bipolar, la Asociación Bipolar de Madrid, el Teléfono de la Esperanza, la Fundación AstraZéneca y el Centro Comercial La Vaguada.
Este centro comercial ha sido el lugar elegido para iniciar los actos de la "I Campaña de Concienciación Social sobre el Trastorno Bipolar" debido al compromiso demostrado con la sociedad en la defensa de los valores solidarios y los hábitos saludables, poniéndose al servicio de la misma y convirtiéndose en un centro de referencia a nivel nacional e internacional, que cuenta con 25 millones de visitas al año.
La enfermedad en cifras
El trastorno bipolar afecta en la actualidad a un 2% de la población mundial y ocupa el sexto lugar en la lista de enfermedades incapacitantes en todo el mundo entre personas de 15 a 44 años de edad. Esta patología es, además, una de las enfermedades mentales más costosas para pacientes, cuidadores y servicios sanitarios.
La edad más probable para el comienzo de la enfermedad está entre los 15 y los 19 años, si bien también es posible encontrar casos durante la niñez temprana o tan tarde como a los 40 ó 50 años.
¿Qué es el trastorno bipolar?
Se considera que una persona padece desórdenes bipolares si a lo largo de su vida ha sufrido depresiones profundas y al menos una vez ha pasado por un episodio de "manía" (por "manía" se entiende una conducta fuera de lo común de una persona que actúa de forma eufórica constantemente). En esos períodos la persona puede que incurra en enormes gastos o que compre cosas innecesarias. También se considera dentro de esta fase el aumento de la irritabilidad y la ausencia de sueño. Generalmente en la "manía" la personas con trastorno bipolar es incapaz de controlar su ritmo de pensamientos. Se dice que no conoce límites y desorbita su propia capacidad. La depresión es la otra cara del trastorno bipolar.
El trastorno bipolar es una enfermedad mental caracterizada por una alteración del estado de ánimo. Se presenta en forma de ataques o episodios de enfermedad que pueden ser de manía, caracterizada por una elevación patológica del humor e hiperactividad; de depresión, con tristeza o melancolía patológicas y, ocasionalmente, en forma de episodio mixto, consistentes en una mezcla de síntomas maníacos y depresivos.
Un aspecto muy importante a tener en cuenta en este trastorno es que tanto los episodios como el propio curso de la enfermedad son farmacológicamente modificables, pudiéndose lograr en muchos casos un control completo de la enfermedad.
DATOS CLAVES SOBRE LA ENFERMEDAD
•Es la sexta causa más importante de discapacidad en todo el mundo, entre personas de 15 a 44 años de edad.
•El trastorno bipolar puede tardar más de 10 años en diagnosticarse.
•La detección temprana de la enfermedad es clave para controlar una patología que muchas veces se esconde tras la depresión.
•El paciente bipolar diagnosticado en la veintena pierde hasta 9 años de vida, 12 años de salud y 14 años de actividad laboral.
•El trastorno bipolar es, además, una de las enfermedades mentales más costosas para pacientes, cuidadores y servicios sanitarios.
•La edad más probable para el comienzo de la enfermedad está entre los 15 y los 19 años, si bien también es posible encontrar casos durante la niñez temprana o tan tarde como a los 40 ó 50 años.
•Personajes tan famosos como Ted Turner, creador de CNN, o el director de cine Francis Ford Coppola sufren trastorno bipolar. También sufrieron esta enfermedad personajes históricos como Ernest Hemingway o Wiston Churchill
Fuente:
http://www.autosuficiencia.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=890
Con motivo del próximo “Día Mundial de la Salud Mental” que se celebrará el 10 de octubre, se ha inaugurado hoy en el centro comercial La Vaguada de Madrid la “I Campaña de concienciación social sobre Trastorno Bipolar”. Esta campaña, patrocinada por la Fundación AstraZéneca, nace con el objetivo de informar a la sociedad sobre la importancia de la detección precoz de esta enfermedad.
En la rueda de prensa de presentación de la campaña, el doctor Francisco Ferre, director de la Oficina Regional de Coordinación de Salud Mental de la Comunidad de Madrid, ha comentado que “en la Comunidad de Madrid ya son 40.000 las personas afectadas por esta enfermedad y cada año se detectan 1.500 nuevos casos. “
Por su parte del doctor Jesús Valle, Jefe de Internamiento del Hospital de la Princesa de Madrid, ha concretado que “en España el porcentaje de personas afectadas por el trastorno bipolar alcanza a casi el 5% de la población, a pesar de ello sigue siendo difícil el diagnóstico y en muchos casos se puede tardar hasta una media de 10 años en reconocer la enfermedad, por lo que campañas de concienciación como ésta son vitales.”
Según se ha reflejado en algunos estudios, un paciente bipolar diagnosticado en la veintena puede llegar a perder hasta 9 años de vida, 12 de salud y 14 de actividad laboral.
En palabras de Pilar García, presidenta de la Asociación Bipolar de Madrid, “con esta campaña se pretende dar a conocer la enfermedad del trastorno bipolar entre la sociedad, el apoyo social junto con el de la familia y amigos es clave para que la propia persona afectada acepte su diagnóstico.”
La mayor parte de las personas que padecen trastorno bipolar no lo sabe porque los síntomas de alarma suelen ser difíciles de detectar, y a veces se esconden tras la depresión que en algunos casos puede terminar en suicidios. Según Carlos Julio Moya, coordinador de programas de la organización Teléfono de la Esperanza “durante el año 2005 se recibieron más de 2.000 llamadas con contenido depresivo y posibilidades de suicidio, a fecha de hoy en 2006 ya son 1400 las llamadas con contenidos suicidas. De ellas el mayor número procede de la Comunidad de Madrid y dos de cada tres llamadas son de mujeres.”
Uno de los primeros actos de esta campaña dirigida a toda la población consistirá en la exposición fotográfica que ha realizado para este evento la artista plástica Isabel León, basada en su exposición “DOS PUNTOS DE VISTA”. La exposición podrá visitarse en el centro comercial La Vaguada (Madrid) del 5 al 11 de octubre. Además durante estos días se repartirá información sobre el trastorno bipolar, y estarán a disposición de quienes lo deseen, expertos en la enfermedad que informarán al público sobre las características, los síntomas y los tratamientos del trastorno bipolar.
Esta campaña de concienciación cuenta con la colaboración de la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (FEAFES), la Fundación Mundo Bipolar, la Asociación Bipolar de Madrid, el Teléfono de la Esperanza, la Fundación AstraZéneca y el Centro Comercial La Vaguada.
Este centro comercial ha sido el lugar elegido para iniciar los actos de la "I Campaña de Concienciación Social sobre el Trastorno Bipolar" debido al compromiso demostrado con la sociedad en la defensa de los valores solidarios y los hábitos saludables, poniéndose al servicio de la misma y convirtiéndose en un centro de referencia a nivel nacional e internacional, que cuenta con 25 millones de visitas al año.
La enfermedad en cifras
El trastorno bipolar afecta en la actualidad a un 2% de la población mundial y ocupa el sexto lugar en la lista de enfermedades incapacitantes en todo el mundo entre personas de 15 a 44 años de edad. Esta patología es, además, una de las enfermedades mentales más costosas para pacientes, cuidadores y servicios sanitarios.
La edad más probable para el comienzo de la enfermedad está entre los 15 y los 19 años, si bien también es posible encontrar casos durante la niñez temprana o tan tarde como a los 40 ó 50 años.
¿Qué es el trastorno bipolar?
Se considera que una persona padece desórdenes bipolares si a lo largo de su vida ha sufrido depresiones profundas y al menos una vez ha pasado por un episodio de "manía" (por "manía" se entiende una conducta fuera de lo común de una persona que actúa de forma eufórica constantemente). En esos períodos la persona puede que incurra en enormes gastos o que compre cosas innecesarias. También se considera dentro de esta fase el aumento de la irritabilidad y la ausencia de sueño. Generalmente en la "manía" la personas con trastorno bipolar es incapaz de controlar su ritmo de pensamientos. Se dice que no conoce límites y desorbita su propia capacidad. La depresión es la otra cara del trastorno bipolar.
El trastorno bipolar es una enfermedad mental caracterizada por una alteración del estado de ánimo. Se presenta en forma de ataques o episodios de enfermedad que pueden ser de manía, caracterizada por una elevación patológica del humor e hiperactividad; de depresión, con tristeza o melancolía patológicas y, ocasionalmente, en forma de episodio mixto, consistentes en una mezcla de síntomas maníacos y depresivos.
Un aspecto muy importante a tener en cuenta en este trastorno es que tanto los episodios como el propio curso de la enfermedad son farmacológicamente modificables, pudiéndose lograr en muchos casos un control completo de la enfermedad.
DATOS CLAVES SOBRE LA ENFERMEDAD
•Es la sexta causa más importante de discapacidad en todo el mundo, entre personas de 15 a 44 años de edad.
•El trastorno bipolar puede tardar más de 10 años en diagnosticarse.
•La detección temprana de la enfermedad es clave para controlar una patología que muchas veces se esconde tras la depresión.
•El paciente bipolar diagnosticado en la veintena pierde hasta 9 años de vida, 12 años de salud y 14 años de actividad laboral.
•El trastorno bipolar es, además, una de las enfermedades mentales más costosas para pacientes, cuidadores y servicios sanitarios.
•La edad más probable para el comienzo de la enfermedad está entre los 15 y los 19 años, si bien también es posible encontrar casos durante la niñez temprana o tan tarde como a los 40 ó 50 años.
•Personajes tan famosos como Ted Turner, creador de CNN, o el director de cine Francis Ford Coppola sufren trastorno bipolar. También sufrieron esta enfermedad personajes históricos como Ernest Hemingway o Wiston Churchill
Fuente:
http://www.autosuficiencia.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=890
VÍNCULO ENTRE TRASTORNO BIPOLAR Y DEPRESIÓN
Es frecuente que el paciente con trastorno bipolar tarde en ser identificado ya que existe por parte de él una ausencia de conciencia de la enfermedad en las fases de manía o hipomanía, y suele ser frecuente que el psiquiatra que explora a un paciente en la fase depresiva sea sólo consciente de la existencia de un cuadro depresivo y no del proceso conocido como TB.
El doctor Manuel Bousoño, profesor titular de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo ha participado en un curso de formación para residentes con una ponencia sobre trastorno bipolar.
En su opinión, entre los aspectos de esta patología que más preocupan a los residentes están la identificación de los pacientes, los subtipos de los mismos, cómo abordar el tratamiento y cómo emplear los medicamentos en cuanto a dosis.
Respecto a la primera cuestión expuesta, Bousoño indica que "es frecuente que el paciente con trastorno bipolar tarde en ser identificado ya que existe por parte del paciente una ausencia de conciencia de enfermedad, en las llamadas fases de manía o hipomanía, y suele ser frecuente que el médico o psiquiatra que explora a un paciente en la fase depresiva sea sólo consciente de la existencia de un cuadro depresivo y no del proceso conocido como TB".
En este sentido, este experto considera necesaria "una actitud activa de búsqueda de los síntomas sutiles de las fases hipomaniacas para asegurar su diagnóstico".
De la misma manera, este Bousoño explica que "los trastornos de ansiedad tienen una cierta comorbilidad con el trastorno bipolar pero, en general, no se evoluciona hacia ellos". Por el contrario, Bousoño indica que en el caso de la depresión no ocurre lo mismo, ya que "la mayor parte de los trastornos bipolares comienzan bajo la forma de un episodio depresivo", lo que podría explicar, en cierta manera, el retraso en su diagnóstico.
De la misma manera, este experto insiste en la importancia que tiene el entorno familiar en el tratamiento de la persona afectada. Tal y como explica, los estudios de Vieta y Colom, realizados en España, han puesto de manifiesto la necesidad de mejorar la adherencia terapéutica de los pacientes, y para ello es necesario la colaboración de la familia.
En términos generales, Bousoño considera que la situación actual que atraviesa el tratamiento de una patología como el trastorno bipolar es "muy esperanzadora" debido a los avances registrados en los últimos diez años. "Disponemos actualmente de numerosas estrategias terapéuticas y de nuevos fármacos más seguros y eficaces para el control de estos pacientes".
En este sentido, este especialista asegura que se está avanzando especialmente y "a pasos agigantados en la investigación farmacogenética y farmacogenómica, que abren en el futuro las puertas a la esperanza de un tratamiento que permita la remisión de la mayor parte de los pacientes con TB".
En palabras de Bousoño, "el TB es la enfermedad psiquiátrica que tiene un mayor componente hereditario, sin obviar que existen algunas formas de aparición tardía, que pueden ser producto de lesiones cerebrales de naturaleza orgánica".
La hospitalización según él, "es necesaria en la mayor parte de los casos de episodios maniacos (no así en la hipomanía), especialmente cuando existen síntomas psicóticos", aunque este experto considera que "el tiempo de hospitalización debe ser el mínimo posible para facilitar un manejo adecuado del tratamiento posterior a la hospitalización, lo que en la práctica suele suponer entre dos y tres semanas"
Fuente: El Global.net 10-01-07
http://www.autosuficiencia.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=984
El doctor Manuel Bousoño, profesor titular de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo ha participado en un curso de formación para residentes con una ponencia sobre trastorno bipolar.
En su opinión, entre los aspectos de esta patología que más preocupan a los residentes están la identificación de los pacientes, los subtipos de los mismos, cómo abordar el tratamiento y cómo emplear los medicamentos en cuanto a dosis.
Respecto a la primera cuestión expuesta, Bousoño indica que "es frecuente que el paciente con trastorno bipolar tarde en ser identificado ya que existe por parte del paciente una ausencia de conciencia de enfermedad, en las llamadas fases de manía o hipomanía, y suele ser frecuente que el médico o psiquiatra que explora a un paciente en la fase depresiva sea sólo consciente de la existencia de un cuadro depresivo y no del proceso conocido como TB".
En este sentido, este experto considera necesaria "una actitud activa de búsqueda de los síntomas sutiles de las fases hipomaniacas para asegurar su diagnóstico".
De la misma manera, este Bousoño explica que "los trastornos de ansiedad tienen una cierta comorbilidad con el trastorno bipolar pero, en general, no se evoluciona hacia ellos". Por el contrario, Bousoño indica que en el caso de la depresión no ocurre lo mismo, ya que "la mayor parte de los trastornos bipolares comienzan bajo la forma de un episodio depresivo", lo que podría explicar, en cierta manera, el retraso en su diagnóstico.
De la misma manera, este experto insiste en la importancia que tiene el entorno familiar en el tratamiento de la persona afectada. Tal y como explica, los estudios de Vieta y Colom, realizados en España, han puesto de manifiesto la necesidad de mejorar la adherencia terapéutica de los pacientes, y para ello es necesario la colaboración de la familia.
En términos generales, Bousoño considera que la situación actual que atraviesa el tratamiento de una patología como el trastorno bipolar es "muy esperanzadora" debido a los avances registrados en los últimos diez años. "Disponemos actualmente de numerosas estrategias terapéuticas y de nuevos fármacos más seguros y eficaces para el control de estos pacientes".
En este sentido, este especialista asegura que se está avanzando especialmente y "a pasos agigantados en la investigación farmacogenética y farmacogenómica, que abren en el futuro las puertas a la esperanza de un tratamiento que permita la remisión de la mayor parte de los pacientes con TB".
En palabras de Bousoño, "el TB es la enfermedad psiquiátrica que tiene un mayor componente hereditario, sin obviar que existen algunas formas de aparición tardía, que pueden ser producto de lesiones cerebrales de naturaleza orgánica".
La hospitalización según él, "es necesaria en la mayor parte de los casos de episodios maniacos (no así en la hipomanía), especialmente cuando existen síntomas psicóticos", aunque este experto considera que "el tiempo de hospitalización debe ser el mínimo posible para facilitar un manejo adecuado del tratamiento posterior a la hospitalización, lo que en la práctica suele suponer entre dos y tres semanas"
Fuente: El Global.net 10-01-07
http://www.autosuficiencia.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=984