Aunque el trastorno tiene componente genético, el estado de ánimo influye.
El trastorno bipolar es "una alteración en la esfera mental que altera el ánimo", según define el psiquiatra Emilio Miquelena a la patología, que afecta a 7,8% de la población mundial.
La prevalencia de esta patología en Venezuela no se conoce, pues no existen estudios serios que así lo determinen; pero Miquelena asegura que la Sociedad Venezolana de Psiquiatría "trabaja en eso".
Las causas que producen el trastorno bipolar son aún desconocidas por la ciencia médica. Lo que se sabe es que hay predisposición genética: "Está presente hasta en 70% de los casos, pero el entorno también puede hacer que fluctúen los cuadros depresivos", dice el psiquiatra. De hecho el especialista comenta que este trastorno se divide en dos polos: "Uno es cuando se presentan episodios de manía; el individuo tiende a pensar y hablar muy rápido. Es muy acelerado, se distrae con mucha facilidad, tiene delirios de poder y hace todo a lo Superman. En casos muy severos llegan a alucinar y a tener ideas delirantes". Pero precisa Miquelena que para diagnosticar ese estado, es preciso que la persona demuestre los síntomas por al menos una semana.
El otro polo del trastorno es el depresivo: "Hay insomnio; la persona se siente inútil, tiene baja autoestima. Pierde el apetito, le cuesta concentrarse e incluso puede intentar suicidarse", subraya el médico y añade que el paciente debe haber mostrado estos síntomas por menos de dos semanas para diagnosticarle el trastorno.
Dice Miquelena que la situación venezolana, al igual que la de cualquier otro país, es caldo de cultivo para desarrollar la patología psiquiátrica, aunque hace la salvedad que la misma "no puede considerarse un estado de locura, como sí lo es, por ejemplo, la esquizofrenia. Hay quien considera a los bipolares como locos, pero esa no es la locura pura".
Ejemplos de personas con trastorno bipolar, sobran; incluso gozan de mucha exposición mediática. Según el médico "(la cantante estadounidense) Britney Spears es uno de esos ejemplos".
Y aunque el trastorno no tiene cura específica, Miquelena precisa que con un tratamiento adecuado y a tiempo "el paciente puede llegar a ser funcional y no perder ni su trabajo ni su estilo de vida". Además, "el tratamiento debe enfocarse en los factores estresores, que son aquellos factores externos que llevan a la depresión".
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el trastorno bipolar es la sexta causa de discapacidad en todo el planeta.
Según un estudio que publicó la revista científica BRITISH JOURNAL OF PSYCHIATRY, los adolescentes más brillantes tienen hasta cuatro veces más riesgo de desarrollar trastorno bipolar en la edad adulta. La investigación analizó los resultados de los exámenes de fin estudios obligatorios realizados por más de 700.000 adolescentes suecos de 15 y 16 años entre 1988 y 1997, y los ingresos en hospitales debidos a trastorno bipolar registrados por ese grupo entre los 17 y 31 años de edad.
Píldoras
• Para tratar el trastorno bipolar existen terapias con fármacos que logran controlar las fluctuaciones de los estados de ánimos, como es el caso de la Quetiapina XR
• Están las terapias de psicoeducación que consisten en explicarle al paciente, de qué se trata la enfermedad y ofrecerle estrategias para poder convivir con ella.
• El apoyo familiar es vital.
Daniel Ricardo Hernández
EL UNIVERSAL
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