El 40 por ciento de estos pacientes no puede trabajar; el 60 por ciento de ellos consume alcohol, marihuana o cocaína, y entre el 15 y el 20 por ciento de ellos, que no reciben atención médica, se suicidan, de acuerdo a lo indicado desde la misma institución de salud.
Los especialistas insisten en que el tratamiento adecuado y el diagnóstico precoz pueden ayudar a salvar y mejorar la calidad de vida de las personas bipolares que con la correcta asistencia médica pueden hacer sus actividades diarias en forma normal.
El trastorno bipolar, también denominado enfermedad maníaco-depresiva, es un trastorno de estado del ánimo.
El paciente bipolar es una persona normal que sufre una enfermedad, cuya gravedad puede, alterar en forma intensa la personalidad.
En este trastorno u enfermedad se combinan episodios o síntomas de manía, que luego pueden desaparecer o variar hacia una depresión, esto puede realizarse 1 ó 2 veces en el año; estas variaciones de uno hacia el otro síntoma, se denominan "ciclos", por ejemplo ciclo de manía o ciclo de depresión; a veces, pueden presentar más de 2 ciclos en el año o hasta en un mismo día.
El 41% de los afectados por este mal en la Argentina están desempleadas y la mayoría de la gente llega al diagnóstico de esta enfermedad psiquiátrica en forma tardía.
En la Argentina no hay estadísticas oficiales sobre la cantidad de enfermos por el trastorno bipolar, pero las proyecciones que hacen los especialistas de acuerdo con los datos obtenidos de Estados Unidos y Europa arrojan que el 5 por ciento de la población padecería las formas más atenuadas de la enfermedad.
GRAVES CONSECUENCIAS
Las consecuencias de la enfermedad bipolar afectan seriamente la calidad de vida del paciente, que debe contar con un seguimiento médico porque si no está bien tratado, aumenta diez veces el riesgo de que el enfermo se suicide, siempre de acuerdo a lo que se indicó desde la Fundación Favaloro.
Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el que se tienen en cuenta los datos aportados por el Banco Mundial, consideró que los costos que ocasionan los casos de trastorno bipolar hace que sea la sexta enfermedad más cara en cuanto a la forma en que afecta a la economía, después de los accidentes de tránsito, el alcoholismo y la depresión.
TRATAMIENTO
El objetivo principal del tratamiento de los pacientes bipolares es bajar la frecuencia, la gravedad y las consecuencias sociales y psicológicas de la enfermedad y ayudarlo a desempeñarse de forma más positiva entre cada episodio del trastorno.
Los expertos indicaron que la droga genérica que se usa para tratar a los pacientes adultos bipolares es la lamotrigina, que se suministra en forma oral y ayuda a prevenir los episodios de la enfermedad.
Además, se utilizan el litio y el valproato. El litio es el mejor medicamento para la manía clásica, el valproato y lamotrigina resultan mejores para la manía depresiva. Se combinan litio y valproato como tratamiento para los episodios maníacos.
Hay medicamentos antidepresivos que se usan en la fase depresiva con precaución, ya que pueden inducir un repentino cambio hacia la manía. También se usan ansiolíticos como clonazepam, cuando es necesario sedar.
SINTOMAS
En el trastorno bipolar es muy característico, e incluso a veces el primer síntoma, una disminución en el sueño, por lo que la persona duerme pocas horas o casi nada, le aparecen numerosas ideas y está lleno de energía y eufórico.
Durante el día presenta una actividad desmedida, habla de numerosos nuevos proyectos o sensaciones de "jets" de ideas, y no puede detenerse en cada una de ellas. Con la gente es muy sociable y alegre pero habla en demasía.
Todos estos síntomas se asocian con un estado de impaciencia, irritabilidad y hasta agresividad, con pérdida, en ocasiones, de la noción de la realidad, creyendo estar perseguido por enemigos.
También realiza gastos excesivos o regalos inapropiados, presenta un aumento de impulso sexual e ideas delirantes y alucinaciones.
Este estado maníaco puede afectar a la persona de diferentes maneras en el plano social, por ejemplo, con separaciones, pérdida del trabajo, endeudamiento y hasta deterioro en las relaciones de amistad.
La hipomanía es un estado de manía leve o de grado menor y hasta en cierta forma agradable; cuando es moderada, la persona aumenta su actividad, presentando mayor creatividad, pero nunca es estable y puede derivar en un episodio maníaco o depresivo.
La fase depresiva del trastorno bipolar es similar a los demás tipos de depresión. La persona presenta cansancio, apatía, sin ilusión por nada y desmotivada. Cualquier actividad simple le representa un esfuerzo enorme y dicha situación parece no tener salida.
Existen alteración del sueño, el apetito y la conducta sexual, perdiéndose todo el interés. Nada parece tener sentido, ni siquiera las normas higiénicas fundamentales. Algunos tienen ansiedad o negativismo, deseos de morir, ideas de ruina o culpa.
Un problema en la fase depresiva es que la persona no es consciente de lo transitorio de su estado, y que con un tratamiento adecuado se recupera. En algunos casos, al no ver una solución se piensa en el suicidio.
Fuente:
0 comentarios :
Publicar un comentario