1. Mantener una actitud positiva
Una de las diferencias más notables entre una persona perdedora y una ganadora es la actitud. Es importante que tengas pensamientos positivos y optimistas, especialmente si vas a emprender algún reto personal. Recuerda tus logros y apóyate en ellos para alcanzar nuevas metas.
2. Saber lo que deseas
Es determinante tener claras nuestras metas, para que podamos enfocar y dirigir nuestro esfuerzo a conseguirlas. Cuando sabemos exactamente lo que queremos, podemos comenzar a visualizarlo y a imaginarnos cómo será cuando lo tengamos.