Alteraciones del pensamiento
Muchas personas deprimidas explican que ha disminuido
su capacidad para pensar, concentrarse o tomar decisiones, de tal manera que se
sienten incapaces de ocuparse de cualquier tarea que incluya una exigencia
intelectual, por mínima que ésta sea. En ocasiones, el pensamiento parece
lentificarse y al enfermo le cuesta responder a las preguntas más sencillas, o
lo hace con monosílabos porque “no le viene nada a la cabeza”.
Pero también el contenido de los pensamientos resulta
alterado. Un paciente en fase depresiva tiende a verlo todo negativamente,
incluyéndose a sí mismo, lo que lo lleva al autodesprecio y la falta de
autoestima. Suele, además, atribuirse culpas que no le corresponden, o
interpretar cualquier pequeño contratiempo como prueba de su escasa valía.
Estas alteraciones en el contenido del pensamiento
pueden llegar a tal extremo de gravedad que aparezcan verdaderas ideas
delirantes, es decir, ideas extrañas, manifiestamente falsas, pero que la
persona enferma vive, con una convicción total, como verdaderas.
Son muy frecuentes las ideas delirantes de ruina, en
las que el sujeto se angustia porque piensa que su situación económica es
desesperada, y ello sin que importe para nada el verdadero estado de su
economía.
También pueden producirse ideas delirantes de carácter
hipocondríaco, que tienen que ver con la convicción de padecer alguna terrible
enfermedad, o bien ideas delirantes de culpa, en ocasiones tan poco plausibles
como la afirmación de que uno es personalmente responsable de la pobreza en el
mundo.
A menudo, el deseo de acabar con una situación
emocional tan terrible lleva a las personas deprimidas a desear la muerte. Así, son bastante probables las
ideas de muerte o suicidio, e incluso, en ocasiones, los intentos de llevar el
suicidio a la práctica. Muchos enfermos creen que “todo el mundo estaría mejor”
si ellos muriesen, y la intensidad de este tipo de ideas varía desde pensamientos
fugaces a planes detallados acerca de dónde y cómo cometer suicidio.
Es necesario tener mucho cuidado con este aspecto de
la enfermedad, y el paciente que padece este tipo de sintoma ha de ser
repetidamente informado de que tales pensamientos son, sencillamente, productos
de la enfermedad. Los deseos de muerte cesarán, en efecto, como todos los demás
sintomas que los acompañan, con el tratamiento adecuado. A menudo, los
familiares y amigos tendrán que cuidar durante un tiempo de la persona deprimida
a fin de evitar actos irreparables motivados por un malestar susceptible, sin
embargo, de ser curado en pocas semanas.
Fuente:
El Trastorno Bipolar: una guía ampliada para pacientes
y familiares
Editada por
Generalitat Valenciana. Conselleria de Sanitat- 2005
Valencia
– España
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1 comentarios :
Hola, es muy cierto lo de los pensamientos. Tengo un amigo bipolar y me costo comprenderlo al principio por que a veces se comportaba muy extraño. Lei este articulo que me ayudo a comprender esta enfermedad trastorno bipolar i
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