1. Mantener una actitud positiva
Una de las diferencias más notables entre una persona perdedora y una ganadora es la actitud. Es importante que tengas pensamientos positivos y optimistas, especialmente si vas a emprender algún reto personal. Recuerda tus logros y apóyate en ellos para alcanzar nuevas metas.
2. Saber lo que deseas
Es determinante tener claras nuestras metas, para que podamos enfocar y dirigir nuestro esfuerzo a conseguirlas. Cuando sabemos exactamente lo que queremos, podemos comenzar a visualizarlo y a imaginarnos cómo será cuando lo tengamos.
3. Seguridad en ti mismo
No importa que tan difícil sea la situación en la que te encuentres, podrás salir de ella o de cualquier otra recuperando la fe en ti mismo. Tú tienes las herramientas necesarias para levantarte, perserverar y volverte triunfador. Cree que puedes... y podrás.
4. Compromiso de actuar
Una vez tomada la decisión, el próximo paso consiste en asumir el compromiso de hacer cuanto sea necesario para conseguir tu meta. No necesites que alguien te recuerde tu compromiso y mucho menos tus metas. Conviértete en tu principal motivador y persevera en el esfuerzo hasta el final.
5. Acepta los retos
Una persona que no se arriesga no pierde... pero tampoco gana. La vida se compone de nuevos comienzos, cada vez que deseas extender tu horizonte y ampliar tu prosperidad tienes que asumir retos. Que no sea el miedo tu motivador en la vida, que sean tus deseos los que te impulsen a conseguir la cima.
6. No te detengas
La realización de tu sueño puede estar esperándote a la vuelta de la esquina. El camino hacia el éxito se vuelve solitario porque la mayoría de las personas no están dispuestas a enfrentar y vencer los obstáculos que se presentan a lo largo del camino. La capacidad de dar ese último paso cuando nos sentimos totalmente agotados, es la cualidad que separa a los ganadores del común de las personas.
7. Disfruta de tus triunfos y de tu vida
Hay personas que se convierten en buscadoras compulsivas de nuevas cimas, no se detienen el tiempo suficiente para disfrutar del resultado final de sus esfuerzos. Permítete descansar y saborear tu victoria, aprende a disfrutar tanto del proceso como de la recompensa bien merecida después de tanto trabajo y empeño. Muchas veces es necesario establecer un límite amplio y sano que determine hasta dónde y hasta cuándo seguiremos conquistando cimas cada vez más altas sin detenernos a disfrutar de ellas.
8.Cristaliza tus metas
Elabora un plan para alcanzarlas, fíjate un norte, entonces, con absoluta confianza y voluntad, lleva adelante tu proyecto. Somos arquitectos, somos creadores y por eso podemos construir hoy el mundo en el que viviremos mañana.
Fuente:
Maytte, Cuerpo y Mente
DOMINGO 8 DE ENERO DE 2012