Detrás de los llamados berrinches o pataletas en
niños de edad escolar o de los ataques de rebeldía de un adolescente puede
esconderse el trastorno bipolar, afección psiquiátrica que se caracteriza por
cambios extremos de ánimo y que requiere de ayuda especializada.
Hasta hace poco se hablaba de ese padecimiento
psíquico en poblaciones adultas. Sin embargo, Manuel Sánchez de Carmona, médico
psiquiatra, Secretario de la Sociedad Internacional de Trastornos Bipolares y
Presidente del capítulo mexicano de la Sociedad Internacional de Trastorno
Bipolar, sostiene que se ha diagnosticado en adolescentes a partir de los 12 años
de edad. “Nuestros estudios indican que ese trastorno puede comenzar en niños
de hasta 5 o 10 años de edad”.
Explica que los padres deben estar atentos a las
señales. Quienes padecen la enfermedad casi siempre son hijos de bipolares o
tienen un tío, abuelo o cualquier otro familiar que ha sido diagnosticado.
Es necesario contactar a un especialista y
descartar que el niño o adolescente sufra la afección, que también se puede
confundirse con hiperactividad. “Principalmente, son niños con explosiones de ira
extrema, berrinches que no vienen al caso o súbitas explosiones de carácter muy
fuerte”, destacó el médico.
En estudio
El especialista interviene actualmente en un
estudio clínico demográfico, que abarca varios países latinoamericanos
y explora la percepción del estigma social que el paciente bipolar vive a
partir de su diagnóstico.Lleva adelante un proyecto nacional de
divulgación y educación sobre información del trastorno bipolar, destinado a
pacientes y familiares, que busca mejorar la adherencia terapéutica y que se
conoce como “conexión bipolar”.
En cuanto a la población adolescente, las
sustancias energizantes, el exceso de cafeína y drogas como la cocaína o
metanfetaminas, que se preparan con la combinación de varios productos
químicos, hacen que muchos jóvenes que son vulnerables al padecimiento
presenten los síntomas mucho más temprano o que los que tengan la enfermedad se
compliquen mucho más. “Una de las cosas que estamos viendo hoy en día
es que las sustancias adictivas han hecho que este padecimiento sea mucho más
violento y difícil de diagnosticar y de tratar”, subrayó.
Enfermedad solapada
El especialista, que participó en el Congreso
Venezolano de la Sociedad Internacional de Trastornos Bipolares que se realizó
en Caracas, explicó que la afección se denomina de esa forma desde la década de
los ochenta porque se caracteriza por los cambios bruscos de humor, que hacen
que el paciente pase de periodos de aceleramiento, exceso de energía y euforia
a otra fase llena de desgano, falta de energía, pensamientos negativos y
episodios depresivos. “Ahora, lo nuevo que sabemos es que los polos no están
diferenciados y podemos tener síntomas de manía y depresión al mismo tiempo”,
dijo.
Advirtió que es un padecimiento muy frecuente que
sufren millones de personas en el mundo. “40% de los casos no se diagnostica a
tiempo, muchas veces porque el médico no sabe y se confunde con otras
enfermedades”, agregó. Señaló que tras un alcohólico puede estar
enmascarado el trastorno bipolar, que lo lleva a beber sin control. También se
puede confundir con depresión unipolar, es decir, que sólo se deprime. Es
diferente al trastorno bipolar; incluso, el tratamiento es diferente al que se
utiliza para la depresión. También se puede parecer al trastorno de
personalidad.
Desafortunadamente, en los países
latinoamericanos hay un estigma muy fuerte acerca de ese padecimiento, a pesar
de que se trata de una enfermedad como cualquier otra. “Una persona bipolar controlada con medicamento
puede funcionar completamente bien, tener éxito y una vida laboral plena, una
vida de pareja sana, tener hijos y una calidad de vida de primer nivel”,
afirmó.
El dato
- El trastorno bipolar no se cura, pero hay tratamientos que estabilizan el ánimo, lo que permite controlar los síntomas. Es importante monitorear a los pacientes, debido a que uno de cada cuatro bipolares que no son medicados se suicida.
- Puede confundirse con déficit de atención o hiperactividad.
- Bebidas energizantes, cafeína y drogas han hecho que el padecimiento sea mucho más violento y difícil de diagnosticar
Síntomas. Reconózcalos
- Duermen poco y no se cansan
- Son intensos y acelerados
- Hablan mucho y muy rápido
- Envían compulsivamente mensajes de textos o correos
- Pasa de la depresión a estados de mucha alegría
- Son irritables y se enojan fácilmente
- Hacen varias cosas al mismo tiempo
- Tienen inclinación por los juegos, drogas, promiscuidad y por conducir a altas velocidades.
Fuente
26 de
septiembre 2012