En el estudio “Un encuentro transdisciplinario acerca del Sujeto Organizacional
Venezolano y la Salud Mental" realizado por los Dres. Andrés Mujica / Miguel
Mujica se hace una breve genealogía de la
conformación del sujeto venezolano, sea sujeto individual social,
con sus peculiares características que a la larga generan una sociedad
convulsionada, evidenciada en el alto índice de víctimas de violencia, que se
proyecta incluso a las organizaciones, bajo la figura de conflictos
organizacionales e incluso laborales, creando una sensación de inseguridad y
zozobra entre los integrantes de las organizaciones e instituciones.
Ahora bien esa conflictividad continua presente en todos los
espacios de la Sociedad Venezolana, llámense empresas, organizaciones,
instituciones, hogar, comunidad, administración pública, gremios, asociaciones,
entre otros, no es más que la concreción de una realidad que nos negamos
aceptar, echando culpa a terceros (siempre en cualquiera de estos espacios es
costumbre atribuir los problemas a la gestión del gobierno anterior).
¿Es esta la raíz de
nuestros elevados índices de violencia? ¿No será un problema de salud mental
pública?
Tal como se ha podido apreciar en la aproximación a este
análisis discursivo acerca del sujeto social e individual venezolano, podemos
ver que estas características siempre han estado presentes.
Al respecto, en su momento, Francés (1999:225), había
planteado que: “la inestabilidad de numerosos hogares venezolanos, el abandono
frecuente de los hijos y las precarias condiciones económicas de muchos núcleos
familiares forman el caldo de cultivo de numerosos desórdenes afectivos y
trastornos de conducta”, esto aparentemente no tendría mayor importancia, salvo
el carácter relacional que caracteriza al venezolano, lo que complica la
situación.
Ese carácter de conflictividad y violencia, es llevado a la
organización o institución y viceversa de esta al hogar, y está presente en la
calle.
Por otra parte más recientemente, se ha hecho evidente el
alto nivel de violencia generalizada, entre la población, expresión de toda esa
situación en crecimiento.
Al respecto, Machado (2012) expresa: “...la carencia
de formación de la ciudadanía para la solución pacífica de conflictos hace que
se recurra a la violencia y, si se tiene un arma a mano, cualquier reyerta de
vecinos puede terminar en homicidio...”. Que hace juego, con el capital social
generado de esa sociedad basada en una serie de conflictos no resueltos.
Es una situación, que se vino acumulando pero de manera
desapercibida, bajo la falsa percepción de que el pueblo venezolano siempre fue
extremadamente pacífico en el pasado, obviando su historial guerrerista.
Basta revisar las costumbres y usos de la población,
independientemente de su estrato social, donde siempre está presente, explícita
o implícita, la violencia incluso en la música, lenguaje, discurso oral y
gestual.
Fernández (2012) expuso que:
...que sólo 15% de los homicidios ocurren por robo, 85%
restantes se producen por conflictos interpersonales y ajustes de cuenta...La
otra figura de mucho peso es la violencia interpersonal, el marido que mató a
la esposa, conflictos entre vecinos, en el tránsito... al hacer un mapeo de las
noticias (de prensa) de esa crónica social de los pobres, se encuentra que
muchos de los hechos que aparecen allí están conectados con problemas de
convivencia: un reclamo produjo una discusión y alguien sacó un arma...
(CIUDAD CCS. Martes, http://www.aporrea.org/actualidad/
n209512.html: martes, 10/07/2012 11:01 a.m.)
Esto magnifica esta realidad de violencia, que pareciera
escapársele de las manos al Estado, pudiera también verse como un problema de
salud mental pública, pues ya hay estudios previos al respecto que coinciden en
un diagnóstico de patología de La Función Ejecutiva de las habilidades
cognitivas de los individuos (Síndrome disejecutivo).
La Función Ejecutiva (Mujica, A. Ob. Cit), se refiere a la
capacidad de dirigir, orientar, guiar, coordinar, ordenar la acción conjunta en
las habilidades cognitivas que un individuo pueda tener. El Síndrome Disejecutivo,
lo podemos definir como la alteración de la memoria operativa, razonamiento
lógico, comprensión y solución problemas, planificación, emisión de conceptos,
atención, identificación de potenciales respuestas y calibrar resultados,
comprensión de estados mentales de otros individuos, anosognosia de problemas,
escasas habilidades sociales, alteración en asociaciones estímulo-recompensa,
no inhibición de respuestas hiperaprendidas, incapacidad para utilizar
experiencia para guiar conductas, incapacidad para evaluar consecuencias,
incapacidad para análisis riesgo-beneficio, insensibilidad al castigo,
hipersensibilidad a recompensa inmediata, poca atención a normas morales y
ausencia de autocrítica.
En el caso de esta problemática venezolana (Najul, R.;
Witzke, M.E., ibidem), citados por Mujica, A. (2010), la consideran una disfuncionalidad
ejecutiva colectiva, reflejo de la individual, tal como se expresa a
continuación:
"Ésta es una problemática que requiere ser abordada e intervenida
no a través de las individualidades, más bien, es necesario acometerla a través
de acciones que involucren muchos individuos al mismo tiempo tanto para
evaluación y diagnóstico, como para la intervención: tratamiento, estimulación
y entrenamiento de conglomerados de individuos. Ello sugiere plantear la
posibilidad de crear centros de evaluación y diagnósticos y el desarrollo de
programas de intervención a nivel de las comunidades, dentro de un marco de
políticas de salud para el rescate y potenciación de las funciones ejecutivas y
por supuesto un vector profiláctico y preventivo de los factores predisponentes
de alteraciones o desórdenes neurológicos en la población, N-utrición, educación
y desarrollo, factores de riesgo pre, peri y postnatales, por ejemplo"
A ello es que se refieren otros autores entre ellos Tirapu (1999;
2009), cuando expresan su inquietud y preocupación acerca del pronóstico acerca
de las diversas alteraciones neuropsicológicas, entre ellas el Síndrome
Disejecutivo por las secuelas que trasciende al afectado mismo, y pasa a ser
otro problema para la familia, la Comunidad y la Sociedad. En el caso
venezolano, trasciende desde el hogar, la empresa, el barrio, la urbanización,
hasta el arte y el deporte.
Para los efectos de la investigación es bien oportuno,
plantear como es el caso, de una investigación realizada en Venezuela por
Najul, R.; Witzke, M.E. (2007), quienes hacen referencia en la misma, a los
hechos en ocasión de un desastre natural, con miles de fallecidos y
desaparecidos que ocurrió en el mes de Diciembre del año 1999, en el Estado
Vargas, que generó un obligado desplazamiento masivo de su población hacia
otras regiones del país, y su respectiva concentración en refugios públicos
improvisados por el Gobierno nacional, donde se llevaron a cabo varias
investigaciones acerca de la situación de estas personas, conviviendo contra su
voluntad y obligados por las circunstancias con otras de heterogénea cultura,
nivel educativo, hábitos, donde se evidenciaron una serie de incidentes
(delitos, agresiones, entre otros) que permiten establecer una sintomatología
generalizada de alteraciones neuropsicológicas, con el agravante de la
colectivización de la misma en la población venezolana, tal como lo expresan
los mencionados autores:
"Se puede resumir el perfil psicológico resultante de la
población estudiada en términos de una ineficiente capacidad para desarrollar
una gestión comunitaria auto sostenible y se suma el hecho de ser un conjunto
humano que tiene mucha necesidad de ayuda que lo hace poco autónomo, que
desconoce y no utiliza sus propios recursos y medios personales (conocimientos,
experiencias, habilidades, etc.), que busca constantemente ayuda, que está
centrado en sus necesidades y la satisfacción de las mismas desde fuentes
externas, todo lo cual está influenciado por una baja autoestima, poca
capacidad para percibirse y valorarse, asumir retos y ejercer un rol social."
En virtud de lo dicho y en el marco del tema desarrollado se
puede decir que una proporción muy importante de ésta comunidad presenta un
déficit de sus Funciones Ejecutivas y aunque el estudio no hace referencia a
éstas, es decir no hace un diagnóstico neuropsicológico, sí adelantó un
pronóstico en cuanto las dificultades de los miembros de esta comunidad para
insertarse en los proyectos de desarrollo y mantenerse y prosperar dentro de
sus propios linderos, como comunidad conviviendo e interactuando armónicamente
y de modo socialmente aceptable.
Mientras el grueso de esta comunidad permaneció en aquel
asentamiento, la corporación de desarrollo (CVG) que asumió el proceso de
adaptación de la misma, verificó comportamientos inapropiados, tales como:
hurtos, violaciones, ingesta de alcohol y drogas, desacatos a las normas e
indisposición para armonizar y conformarse en grupos organizados de vecinos,
daños o poca disposición para la conservación del ambiente y las instalaciones.
También observó que muchos de ellos regresaron a su sitio de origen y quienes
se quedaron viviendo en la comunidad mostraron mejores comportamientos; otros,
se mudaron a las ciudades más cercanas y se insertaron en la vida productiva,
(p. 69-70)
Ya con anterioridad otros autores, se habían pronunciado en
clara referencia a este problema, pero este estudio específico lo puntualizó
como tal, en lo crudo de su realidad, y que permite establecer una serie de
indicadores que hacen temer una colectivización de las altera dones en estudio,
que hasta la fecha se han expresado en una creciente violencia en todos los
ámbitos del país: personal. Familiar, organizacional, entre otros.
Tal como se pudo evidenciar en los párrafos precedentes, los
problemas conductuales en la Sociedad venezolana son un hecho recurrente tal
como se pudo evidenciar en la investigación citada de Najul, R.; Witzke, M.E.
(ibidem), donde se describe la existencia de esa conflictividad en un
colectivo, y muestra como a su vez esto afectó la armonía entre la comunidad y
la sociedad donde se desarrolló la problemática.
CONCLUSIONES
En razón de lo desarrollado en el contenido de la investigación, los autores de la misma se permiten hacer las siguientes
acotaciones finales, tomando en consideración el contexto venezolano donde residen:
1. El sujeto
social venezolano ha sido condicionado a una serie de factores existentes en el
país: familia, cultura, económicos, políticos, idiosincrasia, educativos, entre
otros.
2. Los
niveles delictivos y violencia cotidiana, no son nada nuevo. En Venezuela
siempre han estado presentes, la diferencia es que actualmente las tecnologías
de información y comunicación permiten obtener en tiempo real y desde y para
cualquier lugar los hechos que se dan a lugar en la Sociedad, entre ellos los
hechos de violencias y delitos derivados.
3. En
relación a las políticas públicas de salud mental, es importante que la
Sociedad Civil, las comunidades, el sector empresarial y empleador a través de
sus organismos representativos y participativos, tengan participación activa en
el diseño y gestión de las mismas, considerando las diversas directrices
emanadas de la OMS, al respecto.
4. Se deben
formar profesionales médicos, psicólogos y otros profesionales del área de
salud, en el campo de la neurociencia, específicamente en el campo de la
neuropsicología, para asumir el reto de paliar las alteraciones
neuropsicológicas, entre ellas el Síndrome Disejecutivo, que en coordinación
con los actores sociales pueden atenuar sus efectos entre ellos la agresividad,
conflictividad y violencia, presentes en la Sociedad venezolana, sea en los
hogares, las organizaciones, las comunidades o en la calle..
5. Es
importante, a la hora de la implementación de programas de prevención y
rehabilitación de salud mental, establecer estrategias educativas tanto para la
familia, como para la comunidad y el medio laboral.
6. Es
menester que en los Planes de Salud Nacionales, Regionales y Locales, se
incluyan las actividades correspondientes a la prevención y rehabilitación de
las alteraciones neuropsicológicas, en aras de mejorar esas condiciones innatas
del venezolano
7. Es
esencial prestar atención a los niños en edad preescolar y escolar, para el
diagnóstico, pronóstico, preventivos y reducir los efectos a largo plazo de las
alteraciones neuropsicológicas.
Fuente:
Estudio de investigación "Un encuentro transdisciplinario acerca del Sujeto Organizacional
Venezolano y la Salud Mental" Dres. Andrés Mujica / Miguel Mujica, Valencia - Estado Carabobo.