"Los estigmas sobre el trastorno bipolar se pueden romper a través de la divulgación científica, la información y la educación. Hablando abiertamente de ello, y afrontando la enfermedad con naturalidad. Castigando a quienes discriminan a las personas con enfermedades mentales, y fomentando su integración social"
Dr. Eduard Vieta, Jefe de Servicio de Psiquiatría del
Hospital Clínic de Barcelona. Profesor titular de Psiquiatría de la Universidad
de Barcelona.
¿Cómo podríamos definir el trastorno bipolar?
El trastorno bipolar es una enfermedad de los mecanismos
cerebrales que se ocupan de la regulación del estado de ánimo.
¿Cuántos tipos existen?
Existen 4 tipos: el tipo I, el tipo II, la ciclotimia, y el
no especificado. El más común es seguramente este último, pero es también el
más difícil de estudiar, ya que no está bien definido y algunas personas que lo
padecen no son conscientes de ello.
¿Se trata de una enfermedad crónica?
Sí, en el sentido de que es cíclica y recurrente y precisa
tratamiento a largo plazo, pero con un abordaje adecuado muchas personas hacen
una vida normal.
¿Cuáles son las principales causas de este trastorno?
Tiene una base genética pero aparece en circunstancias de
estrés elevado en las personas predispuestas.
¿Es una enfermedad hereditaria?
Sí, aunque se hereda la predisposición, no la enfermedad.
¿Es más común en mujeres o en hombres?
Más o menos por igual.
¿Existe diferencia en el pronóstico si afecta a una mujer o
a un hombre?
No, no existe diferencia.
¿Cuál es la incidencia de trastorno bipolar en España? ¿Y a
nivel mundial?
Se calcula en un 2% si contabilizamos únicamente las formas
más graves y fáciles de identificar (tipos I y II), pero alcanza el 4% con las
formas menos graves y atípicas. Son cifras de Estados Unidos pero se calcula
que son parecidas en todo el planeta.
Características de la personalidad como timidez o
inseguridad, ¿pueden influir en el desarrollo de esta patología o afectar a su
pronóstico?
Hay que distinguir entre rasgos de personalidad y trastornos
de la personalidad o patologías concomitantes, como la fobia social, que sí
influyen en el pronóstico. La timidez y la inseguridad son rasgos de
personalidad y no influyen en la enfermedad ni en su pronóstico
El hecho de haber vivido experiencias traumáticas en la
infancia, ¿influye en el trastorno bipolar?
Sin duda puede influir, tanto en la probabilidad de que se
manifieste, como en su curso y pronóstico.
Manía vs depresión, ¿cuáles son los síntomas más comunes en
cada caso?
Manía: hiperactividad, locuacidad, euforia, irritabilidad,
impaciencia, prodigalidad (gastar dinero y regalarlo), hipersexualidad,
agitación, etc.
Depresión: apatía, abatimiento, fatiga, falta de ilusión o
motivación, alteraciones del sueño, ansiedad, etc.
¿Cuánto puede durar cada periodo?
Es muy variable. Las fases maníacas pueden durar semanas o
meses, aunque con tratamiento se resuelven en cuestión de días. Las fases
depresivas son más difíciles, duran meses o incluso años y el tratamiento es
más complicado, pero prácticamente siempre se encuentra una solución.
Durante el periodo de eutimia, ¿se puede considerar que el
paciente está totalmente curado?
No.
¿Cuánto puede durar este periodo de estabilidad?
Años. A veces toda una vida, pero casi siempre siguiendo
tratamiento.
El paso de la euforia a la depresión, ¿siempre tiene
factores medioambientales como detonante?
No siempre. Los cambios pueden ser también espontáneos.
¿Qué fase puede tener peores consecuencias, la manía o la
depresión?
Desde el punto de vista de adaptación social, la manía es
peor, pero la depresión es terrible para los pacientes y más duradera. Los
pacientes temen más a la depresión, las familias temen más a la manía. Lo mejor
es estar eutímico, asumiendo la enfermedad, y previniendo sus consecuencias.
¿Qué diferencia la manía de la hipomanía?
La gravedad o intensidad de los síntomas. La manía es más
grave.
¿Cómo se diferencia la depresión provocada por el trastorno
bipolar de una depresión común?
No es nada fácil. El indicio más importante es la historia
previa de episodios maníacos o hipomaníacos, pero hay otros: la historia
familiar de trastorno bipolar, los síntomas atípicos (hipersomnia, hiperfagia),
la inhibición psicomotriz, la eventual presencia de síntomas psicóticos, la
edad...
¿Qué es el cuestionario MDQ (Mood Disorder Questionnaire, MDQ por sus siglas en inglés, es decir Cuestionario de Trastornos del Humor)?
Una serie de preguntas a las cuales responde el paciente por
escrito que permiten establecer la sospecha de un posible trastorno bipolar,
que luego hay que confirmar a través de una entrevista personal en profundidad.
¿A qué edad es más frecuente que se manifieste el trastorno
bipolar?
¿Es posible que las crisis se presenten a una edad más
avanzada (a los 50 o 60 años)?
Sí, es posible.
¿Cuáles son las características que definen el trastorno
bipolar en esta fase de la vida?
Hay que asegurarse de que no vaya acompañado de una
enfermedad orgánica. A esa edad generalmente predominan las fases depresivas.
Por lo general, con la edad, ¿se agravan o disminuyen las
crisis? ¿Es mejor o peor el pronóstico?
En las edades extremas el pronóstico es peor (inicio muy
precoz o muy tardío), pero cada caso es distinto. La tendencia más general es
que la enfermedad tiende a acelerarse, con períodos cada vez más cortos de
remisión o eutimia, hasta que a cierta edad las crisis vuelven a espaciarse. Un
tratamiento adecuado lo cambia todo.
Cuando el trastorno bipolar se manifiesta en esta etapa (a
partir de los 50 años), ¿puede relacionarse la enfermedad con otros problemas
neurológicos, o con problemas de tiroides?
Sí, muchas veces, pero no siempre.
¿Qué otras patologías pueden coexistir con el trastorno
bipolar?
Físicas: diabetes, hipertensión, hipotiroidismo, etc.
Psiquiátricas: trastornos de ansiedad, adicciones,
trastornos de la personalidad, etc.
¿Puede el trastorno bipolar ser factor causal de otros
trastornos psicológicos?
Los trastornos psicológicos son multifactoriales.
En fase de manía, ¿son más frecuentes los enamoramientos
intensos?
Sí, sin duda.
¿Se pueden tener ideas obsesivas con personas recién
conocidas?
Sí, se pueden tener.
Se dice que los enfermos bipolares mienten más, ¿es esto
cierto?
Las fases maníacas e hipomaníacas son proclives a las fantasías.
Algunos pacientes mienten sobre sus circunstancias personales, incluso cuando
están bien, para evitar el estigma social (ocultar que están sin trabajo o
separados, etc.).
Y en relación con la promiscuidad, ¿es común en estos
pacientes?
La manía se acompaña en ocasiones de hipersexualidad, de
aumento de la sociabilidad, y de desprecio del riesgo. Eso hace a algunos
pacientes más proclives a conductas promiscuas y sexuales de riesgo.
¿Cómo afecta el trastorno bipolar a la sexualidad?
Aumenta en la manía, disminuye en la depresión.
¿El paciente recuerda las acciones que ha desarrollado en la
fase maníaca una vez pasado este periodo?
Generalmente sí.
¿Cómo puede afectar el trastorno bipolar a la salud física
del paciente?
Puede afectar mucho ya que hace a la persona más proclive a
enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, la
obesidad, etc.
Desde el punto de vista diagnóstico, ¿cuáles son las
principales dificultades a las que se enfrentan los especialistas?
En las fases depresivas los pacientes son confundidos con
pacientes depresivos comunes. En las fases maníacas son confundidos con
pacientes esquizofrénicos, sobre todo cuando aparecen síntomas psicóticos; en
las fases de remisión, se les etiqueta con frecuencia de trastorno de
personalidad al reconstruir su historia previa. Todo ello puede llevar a
tratamientos inadecuados.
¿Cómo puede una persona sospechar que padece trastorno
bipolar?
Si tiene cambios de humor exagerados, con etapas de falta
total de energía, y períodos de cierta hiperactividad.
Por lo general, ¿cuál suele ser la reacción del paciente
respecto a su enfermedad?
Le cuesta aceptarla.
¿Qué signos deben alertar a la familia?
Falta de sueño, hiperactividad, enclaustramiento, gastos
desaforados, etc.
Desde el punto de vista terapéutico, ¿con qué medidas
contamos hoy en día?
Hay fármacos muy eficaces e intervenciones psicológicas que
los complementan.
¿En qué medida los pacientes suelen abandonar el
tratamiento?
Hasta un 40% toma mal el tratamiento y prácticamente todos
los pacientes sienten alguna vez la tentación de dejarlo, especialmente cuando
ya están recuperados.
En el abordaje del trastorno bipolar, ¿qué retos quedan por
conseguir?
La prevención primaria, la recuperación funcional completa,
la comprensión precisa de sus causas y su tratamiento curativo.
A familiares y amigos de pacientes con trastorno bipolar,
¿qué consejos les daría?
Vayan a un especialista, o mejor a un equipo de
especialistas, y sigan sus consejos. Con el tratamiento adecuado, en muchos
casos es posible llevar una vida normal.
¿Cómo romper con los estigmas que sigue habiendo respecto a
este trastorno?
Los estigmas sobre el trastorno bipolar se pueden romper a través
de la divulgación científica, la información y la educación. Hablando
abiertamente de ello, y afrontando la enfermedad con naturalidad. Castigando a
quienes discriminan a las personas con enfermedades mentales, y fomentando su
integración social.
Fuente:
Entrevista Houda Bakkali, 24 de mayo de 2014
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