Todos los seres humanos tenemos
derechos y deberes como individuos, que deben garantizar la sana convivencia,
el respeto, la paz y la tranquilidad indispensable para vivir armónicamente. En
las relaciones de pareja estos derechos se ven frecuentemente amenazados por
luchas de poder presentes en la relación, causando heridas, resentimientos,
conflictos y limitaciones al desarrollo de las personas.
● Es deber de cada persona
respetar los derechos ajenos y también es un deber exigir a los demás que sean
respetados los derechos propios.
● Nadie crece a la sombra de
nadie, cada individuo es único e irrepetible. Cada persona tiene sus propias
aspiraciones, sueños, metas, necesidades y anhelos dignos de ser respetados.
● No le haga a nadie lo que no
le gustaría que te hagan a usted, y tampoco acepte que nadie le trate de un
modo en que usted no sería capaz de tratarse a sí mismo.
● Todos tenemos derecho a la
privacidad. La correspondencia y los mensajes en cualquier forma de correo
(postal, telegráfico, electrónico o telefónico) son de incumbencia estricta del
remitente y destinatario. No viole ese derecho registrando el correo ni las
pertenencias de su pareja.
● La amistad es uno de los
valores más altos y más preciados de la humanidad a través de los siglos. Todos
tenemos derecho a entablar relaciones de amistad con las personas que sean
afines a nuestro modo de pensar, sentir y entender la vida. Nadie tiene el
poder de prohibirle establecer relaciones sociales y de amistad con las
personas que usted prefiera.
● Todos tenemos derecho a
disponer de nuestros recursos personales, económicos, materiales e
intelectuales del modo que sea más conveniente.
● Cuando se convive en
matrimonio, unidos o en concubinato ambos miembros de la pareja tienen similares
derechos sobre los bienes materiales y económicos comunes. Esto implica que los
bienes y derechos deben repartirse a partes iguales, aunque solo uno de ellos
tenga productividad monetaria, como es en el caso de las parejas en las que
solo uno de ellos trabaja fuera del hogar, o en el caso de que uno de ellos
devenga un sueldo mayor que el otro.
● Cada persona tiene su familia
de origen, sus amistades y seres queridos que estaban presentes desde antes de
conocer a su pareja actual. Es un derecho conservar las relaciones que existían
antes de la formación de la pareja. Nadie tiene el derecho ni la potestad de
obligarle ni manipularle para que abandone sus relaciones sociales previas.
● Todos tenemos derecho al
desarrollo de nuestras cualidades vocacionales, académicas, artísticas,
religiosas, políticas, sociales, deportivas y culturales según sea nuestra
preferencia.
● Todos tenemos derecho a
disponer de nuestro tiempo y administrarlo en las actividades que consideremos
importantes.
● Cada persona tiene
necesidades muy particulares en cuanto a alimentación, descanso, sueño,
ejercicio, higiene, recreación, salud y medicamentos. Estas necesidades deben
ser respetadas y atendidas en todo momento.
● Todos tenemos derecho a dar y
recibir amor, cariño, afecto, apoyo, respeto y atenciones amables. No permita
que se le trate de un modo diferente.
● Nadie está obligado a
permanecer al lado de una persona que le perjudica o que no le conviene.
● La unión de pareja implica
amor, afecto, compromiso, respeto, dignidad, intimidad, protección, compañía y
ayuda mutua. Todas estas necesidades deben ser satisfechas para que la relación
funcione. Si una relación de pareja no satisface estos requisitos básicos e
imprescindibles, quizás usted se encuentre frente a una relación enferma,
disfuncional o patológica.
● Usted está en su pleno
derecho de formar y mantener una relación de pareja con la persona que sea de
su agrado y conveniencia, y también está en su pleno derecho de finalizar una
relación de pareja en el preciso momento en que lo decida o lo considere
oportuno.
● Usted tiene el deber de
aceptar respetuosamente el final de una relación cuando su pareja tome la
decisión de no seguir a su lado, independientemente de las razones que su
pareja tenga para finalizar la relación.
● Todos tenemos derecho a
buscar, solicitar y recibir ayuda social, familiar, espiritual, psicológica,
médica y legal en el momento en que sea necesario.
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