Lo más importante que puede hacer Ud. es mantenerse lo más saludablemente posible. Este enfoque puede sonar un poco chocante ya que culturalmente se nos anima siempre a sacrificarnos. Pero donde hay una fuerte conexión entre el estrés, ritmos diarios perturbados y los episodios del estado de ánimo, es importante controlar el estrés y prestarle atención a las rutinas, especialmente su ciclo de sueño-vigilia.
Crear planes de contingencia, es decir, los planes específicos a tener, en caso de sufrir un episodio afectivo grave. Una vez designados los miembros de la familia (cónyuge, abuelos, hermanos) que estén dispuestos y listos para intervenir puede disminuir la crisis.
Es importante que sus hijos sepan que no son responsables de sus episodios de estado de ánimo. Los niños pequeños pueden fácilmente sentir qu han hecho algo malo o incorrecto si su padre está deprimido, triste o irritable. Es crucial darles a conocer en un lenguaje claro: "Papá está triste ahora mismo, pero no es culpa tuya, te quiere mucho y él se va a sentir mejor", les ayudará a aliviar sus preocupaciones innecesarias y la culpa.
Proporcionar educación a sus hijos les ayudará a entender lo que está ocurriendo. Deje que hagan preguntas, y asegureles que los estados de ánimo van a pasar.
A medida que los niños crezcan, sus preocupaciones van a cambiar. Se preguntarán acerca de su propio riesgo de desarrollar el trastorno bipolar y puede que quieran conocer sus posibilidades de transmitirla a sus propios hijos. En la medida que las preguntas surjan, ayudeles a encontrar las respuestas que necesitan.
Así como la terapia de pareja puede ser un complemento útil al tratamiento, igualmente pueden ayudarse a través de algunas sesiones familiares a colocar todos los miedos tácitos y preguntas sobre la mesa. Una vez en las sesiones, las cuestiones específicas se pueden abordar en un ambiente seguro. Los grupos de apoyo también pueden ser fuentes importantes de información, y de experiencias compartidas.
Por último, a medida que sus hijos se conviertan en adultos podrán hablar sobre sus experiencias - a menudo dolorosas-de crecer siendo hijo de un padre bipolar sin ponerse a la defensiva, porque al final del día, hacerles saber que está bien hablar de estas cosas fortalecerá la relación familiar.
Fuente:Desorden Bipolar,ANSWERBOOK,Charles Atkins, MD,SORCEBOOKS, INC
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