Las películas son valiosísimas herramientas para
trabajar con significados con las que todo el mundo está familiarizado y
a las que es muy fácil acceder. Autores como Dan P. McAdams o M. Payne
plantean que las películas son parte del sustrato de relatos culturales
sobre el que configuramos nuestro sentido de la vida y que tienen la
capacidad de sugerir vías aceptables o rechazadas de actuar sobre la
realidad.
En los últimos 15 años algunos terapeutas han empezado a utilizar el trabajo con películas (videowork) como tarea para casa. Con esta estrategia se pretende acelerar y reforzar elementos claves de la terapia:
ofrecer esperanza, reformular problemas, proporcionar modelos, reforzar
habilidades internas, mejorar la comunicación, definir la emoción o
clarificar los valores. Las películas proporcionan tanto metáforas que
permiten dar un nuevo significado al mundo, como modelos de comportamiento.
La introducción de películas en el proceso terapéutico ofrece ciertas ventajas. La primera es usar un objeto lúdico como herramienta para motivar el cambio;
en general a la gente le gustan las películas y considera divertido
trabajar con ellas. Además les parece algo novedoso, lo que aumenta la
motivación para la tarea.
Por otra parte, promueve conversaciones relacionadas con la terapia fuera de ésta, lo que generaliza los resultados. Quizá su mayor ventaja es la potenciación de la alianza terapéutica,
ya que el cliente colabora más en las tareas que se le prescriben al
ver la tarea interesante. Las películas sirven de puente al proporcionar
a terapeuta y cliente una experiencia común y en un nivel más cercano,
donde la diferencia entre experto y aprendiz se diluye y se sustituye
por un trabajo más cooperativo de co-creación del sentido de la
película.
Este uso terapéutico está fundamentado en algunos hallazgos científicos
sobre el uso de la ficción. Por un lado, leer o ver películas mejora la
capacidad de entender el comportamiento de los personajes y a través de
esto, el de sujetos reales; es decir, mejora lo que se conoce como teoría de la mente.
Las historias de ficción mejoran también las capacidades empáticas de
las personas, ya que suponen un entrenamiento para la vida real, cuanta
más experiencia tenemos con una clase de historia determinada, más fácil
resulta desarrollar empatía y la capacidad de relación con personas que
se encuentran en esas condiciones. La creatividad es otra
variable mediadora detectada en los estudios experimentales, a medida
que se fomenta la creatividad de una persona, potenciando conversaciones
que le sirvan para entender las historias desde varios puntos de vista,
mejora también la capacidad de entender sus propios procesos
emocionales.
El uso de escenas de películas se basa en la
capacidad metafórica del lenguaje humano. El significado que se adopta
es el del significante, el del vehículo de transmisión. Las películas
funcionan como metáforas de la vida, lo que permite usar una vía indirecta para trabajar con los problemas del cliente. Por ejemplo, el uso de una escena de Entrevista con el vampiro
nos permitiría trabajar los problemas de adicción de un cliente de una
forma más pausada que si usamos directamente una escena dura de adicción
como en Trainspotting.
Para trabajar con películas se pueden seguir estas pautas:
- Trabajar más con escenas o clips que con cintas enteras.
- El análisis se debe centrar en los personajes y sus relaciones.
- Se buscan similitudes entre la situación del cliente y la del personaje (en este punto es donde se genera la metáfora).
- El terapeuta ha debido acostumbrase a ver películas desde una perspectiva terapéutica y debe seleccionar aquellas que racionalmente sean útiles para el caso o para el tipo de problema a abordar y comentar la escena con otros profesionales. Naturalmente lo ideal es utilizar criterios experimentales que indiquen la utilidad de una escena para un tipo de problema o proceso, pero todavía hay una investigación muy escasa al respecto.
- El cine debe utilizarse como herramienta coadyuvante de una terapia, no como una única herramienta. Es decir, no hay, ni puede haber una cineterapia, sino un trabajo con películas dentro de la psicoterapia.
De hecho, hay localizadas una serie de escenas de películas que permiten trabajar directamente algunos de los componentes de la terapia narrativa (externalización, deconstrucción, nombrar el problema, relación con el problema, exploración de recursos) o de la terapia cognitivo-narrativa (recuerdo, objetivación, subjetivización, metaforización, proyección).
Por otro lado, en nuestro enfoque de trabajo combinamos el uso de escenas con un formato de terapia grupal cooperativa,
el grupo de transacción interpersonal, que permite co-construir el
sentido y la utilidad de cada escena dentro de las temáticas de cada
sesión. Este formato de terapia de grupo contempla tanto el trabajo por parejas como el de grupo completo.
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En nuestra práctica, el trabajo con películas se
adapta muy bien al uso de estrategias generales de tipo narrativo o
constructivistas, ya que estas orientaciones terapéuticas hacen énfasis
en la reorganización de los significados de los clientes. Pero, también se puede usar dentro de otras lógicas terapéuticas.
Además, hemos comprobado que el uso de escenas de películas genera un mayor número de respuestas terapéuticas viables
en terapeutas noveles (alumnos de último curso sin ningún tipo de
entrenamiento previo) cuando se comparan montajes con y sin
potencialidad metafórica. Los alumnos que ven el montaje metafórico
generan significativamente más y más variadas respuestas terapéuticas.
Lo que indica que el uso de películas es una estrategia adecuada de
entrenamiento. Como diría L. E. Aute, "¡Más cine, por favor!"
El trabajo completo se puede encontrar en la revista de Psicoterapia:
García Martínez, J., y Moreno Mora, D. El trabajo con películas en psicoterapia. Revista de Psicoterapia, Vol. 86/87, 5-20.
Referencias:
Hesley, J.W. & Hesley, J.G. (1998). Rent two films and
let's talk in the morning: Using popular movies in psychotherapy. Wiley: New
York. Moreno-Mora, David y Garcia-Martínez, Jesús (2012). Uso terapéutico de
escenas de películas y grupo de transacción interpersonal. Proceedings del 18ª
Congreso Europeo de Psicoterapia. Valencia: European Association of
Psychotherapy (Edición digital). Neimeyer, R.A. (1988) Clinical guidelines for
conducting interpersonal transaction groups. International Journal of Personal
Constructs Psychology, 1, 181-199.
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