Si sentimos que nos faltan manos para atender todas las tareas que dependen de nosotros en casa o en el trabajo; o si hemos tenido que apagar más de un fuego en las últimas 24 horas; o si, en la última semana semana, hemos renunciado a dedicarnos tiempo a nosotros mismos , podríamos ser como un individuo que esta en la selva de Africa sometido a la persecución de leones.
¡Cúal es el problema? El organismo del individuo está constantemente castigado por un exceso de adrenalina que favorece las alteracionbes cardíacas--como la hipertensión arterial-- o el infarto. Ademas, el exceso de cortisol genera glucosa y acaba produciendo diabetes-- sobre todo si tenemos sobrepeso-, suprime la inmunidad -- predispone a infecciones- y, para terminar de arreglarlo, provoca ansiedad, pérdida de memoria e insomnio. Ese individuo no descansa lo suficiente para recuperarse, y no sería nada extraño que tuviese dolorosas contracturas musculares en la espalda. Es más, interesantes investigaciones muy recientes acaban de demostrar que, cuando el cortisol se une a sus receptores cerebrales, se altera el funcionamiento de la sipnasis y se modifican los circuitos del recuerdo: el estrés, por tanto, no solo provoca o empeora cuadros de depresión y ansiedad sino que tiene un papel en la generación de demencias como el Alzheimer.
Fuente:
Prevenir el estrés
Albert Figueras
Médico y escritor.
Revista MENTESANA # 74
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